Opinión. Ex hermano mayor. Ricardo Suárez. El Correo de Andalucía.

Hoy las tornas han cambiado. Qué triste es comprobar que la mayoría de los que han ocupado cargos de responsabilidad en una corporación pierden la noción del equilibrio el sentido común y hasta el del ridículo cuando dejan un carguillo con una mínima cuota de eco mediático local obviamente.

Es triste sobre todo cuando se trata de personas que tienen cierta edad no son novatos en el vivir.y a las que se les supone que la vida les ha puesto en más de una y de dos vicisitudes. Me da pena verles meter la pata cuando no lo necesitarían mancillar un apellido señorial y utilizar recursos que evidencian la fuerza que han perdido.

¿Tendría el consejo de cofradías que crear un estatuto para los ex hermanos mayores? ¿Vamos hacia una especie de consejo consultivo una especie de cementerio de elefantes donde estos personajes huérfanos de vara dorada amortigüen su caída? Qué difícil es reconducirla vida para un ex hermano mayor. Afortunadamente los hay que por su personalidad o por su ocupación profesional no tienen ningún problema en ello. De entre los que tropiezan una y otra vez tras abandonar el sillón prefiero quedarme con el recuerdo de buenas tertulias proyectos en común afrontados con éxito y abrazos verdaderos en Jesús Nazareno.

ricardo@ricardosuarez.com