Comienza el Triduo al Señor con la Cruz al Hombro del Valle

Honorio Aguilar García. Los días 18, 19 y 20 de febrero, la Hermandad del Valle celebrará solemnes cultos a Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, en la Iglesia de la Anunciación, calle Laraña s/n. a las 20,15 horas y el  domingo 21 función solemne a las 12 horas.

El besamano celebrado el pasado sábado y domingo es uno de los preludios de la Cuaresma en Sevilla. Como cada año, el fin de semana anterior al miércoles de ceniza, el templo de la Anunciación vuelve a ocupar el centro de las miradas más expectantes de la Semana Santa Jesús con la Cruz al Hombro, o de la Cruz a Cuesta, único y original título para una imagen del nazareno, que describe perfectamente la iconografía pasionista. Se trata de un título narrativo y representativo para una talla barroca que resume el espíritu de esta archicofradía.

Jesús descendió desde el retablo del crucero, con la Cruz al Hombro y su brazo extendido, y en lugar de señalar a la Verónica y las Santas Mujeres, extiende su mano a todos los hombres y mujeres que quieran depositarle un beso como señal de amor y fé.

Pero el título del nazareno no es la única peculiaridad de esta señera cofradía de la semana santa sevillana. Multitud de caracteres le confieren una personalidad propia, que adquirió con el paso del tiempo, como las andas que procesionan cada Jueves Santo ante el paso de la Coronación de Espinas, únicas en su forma, portadas por acólitos hermanos y que portan la reliquia de la Santa Espina , pieza de la corona de espinas de Jesús que dió origen a una de las dos corporaciones que constituyen la Archicofradía. Depositada desde el siglo XV en la Iglesia de San Martín por parte de una familia sevillana, cedida por el doctor Torres a quien la regaló del Papa Sixto, su culto estuvo a cargo de la Hermandad del "Santísimo Sacramento, Santa Espina de Cristo y Ánimas Benditas” más tarde constituida en cofradía de penitencia y fusionada con la Santa Faz y Ntra. Sra. del Valle. A esta reliquia acudían aquellos que anhelaban ser padres y muy devoto de ella fue el vecino de su collación Juan de Mesa, cuya firma, la espina que aparece atravesando el lóbulo de la oreja en el Cristo del Amor, el Gran Poder o el de la Conversión, es quizá la expresión de un anhelo de paternidad frustrada. 

La venerada reliquia permaneció en la citada iglesia, aunque la hermandad sufriera distintos traslados al Convento de Montesión, Hospital de las Bubas, Convento del Valle, San Andrés, San Román, el Santo Ángel o hace ahora cuarenta años a la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús, templo dedicado a la Anunciación de de la Virgen María. Desde 1965, la reliquia de la Santa Espina ocupa la sede canónica de la hermandad, donde recibe culto cada primer lunes del mes, así como en los cultos al Cristo de la Coronación coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, donde en manos del director espiritual es besada por los hermanos. La posesión de esta reliquia, fue objeto de disputa por parte de la también muy antigua Hermandad de la Lanzada de Ntro. Señor. Jesucristo establecida en la Iglesia de San Martín, solucionándose con sentencia del Tribunal Eclesiástico en 1996. Ahora, con la nueva división parroquial del centro de Sevilla, al desaparecer la Parroquia del Divino Salvador a la que pertenecía el templo de la Anunciación y adscribirse a la Parroquia de San Andrés, a la que además pertenece San Martín, la Santa Espina recupera el antiguo barrio que levantó un templo para su veneración.

Foto: Juan Alberto García Acevedo.