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Restauración de las fachadas renacentistas del Ayuntamiento de Sevilla. 1ª fase: fachadas este y sur del arquillo


 Arte Sacro. En el programa de restauración de las fachadas del Ayuntamiento, realizado por fases y promovido por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial, el equipo de restauración inició los trabajos de la primera fase de restauración del exterior del edificio, que comprende la fachada Sur del Arquillo (la que da a la avenida de la Constitución), el interior del Arquillo y su bóveda (antiguo acceso principal al compás del convento de San Francisco) y finalmente la fachada Este del arquillo.

Este edificio tan singular de Sevilla, construido en estilo Renacentista Plateresco (1528-1574), manifiesta el magnífico y singular trabajo de talla de piedra, mudo testigo del máximo esplendor que tuvo la ciudad.

Precisamente para una labor de talla tan excepcional se eligió una piedra blanda, que facilitó esculpirla. Esta piedra tallada presenta una gran superficie de ataque por los agentes externos, provocando el desmoronamiento del material pétreo. Durante siglos ha pasado por distintas etapas de restauración, con más o menos acierto, pero ha llegado un momento tal, que por su estado la restauración ha sido imprescindible. Para acometer este trabajo con la máxima eficacia posible se ha realizado un estudio exhaustivo de la labor a emprender utilizando las técnicas y materiales considerados más adecuados.

Como se sabe, este edificio es totalmente de piedra, procedente de distintas canteras próximas, siendo así sus características diversas. Los arquitectos y constructores destinaron las piedras menos compactas, menos duras, para ser profusamente talladas, por lo que el esfuerzo de su magnífico tallado era más fácil. Pero con el inconveniente de su poca resistencia a los agentes corrosivos externos, que en las ciudades actuales son cada vez mayores. Sobre todo al incremento de la polución moderna en ascenso, debido a los gases de combustión de vehículos e industrias.

Desgraciadamente basta con observar el estado actual de las magníficas tallas de piedra, cómo poco a poco van degradándose hasta desaparecer. Quizás por ello, progresivamente la decoración de estas singulares figuras esculpidas, notable ejemplo de la mejor arquitectura renacentista española con influencias italianas, dejaría de existir. Antes de la restauración estaban alteradas con todo tipo de rupturas, fracturas, fisuras, fragmentaciones, disyunciones de placas, costras negras, sulfataciones, pérdidas de volúmenes en la maravillosa piedra labrada… Prácticamente tenía todo tipo de alteraciones que urgían su restauración, y por ello era imprescindible su protección.

Fruto de la investigación arquitectónica, histórica, estructural, petrográfica, y de revestimientos, se redactó el proyecto de restauración con las etapas de intervención, que a continuación se exponen:

1. Refuerzos estructurales de las fachadas y de los elementos escultóricos que las componen. Se han sustituido algunas balaustradas deterioradas por otras nuevas de piedra, al igual que morteros que fingían sillería por nuevos sillares de características similares a la piedra original. Las lagunas de las piedras talladas que componen la geometría arquitectónica principal de las cornisas y pilastras han sido recompuestas con morteros pétreos de cal técnicamente controlados, los más parecidos en su composición química a la piedra del edificio, y se han reforzado con varillas de acero inoxidable roscadas 18.8.2. ò 3.16, por su mayor estabilidad.

2. Limpieza de la piedra, de costras, sales y materiales nocivos. La piedra presentaba unas grandes costras de suciedad que han supuesto un trabajo fino de limpieza, siguiendo criterios de gran protección de la piedra, ejecutado con detalle y precisión. Se ha realizado manualmente para mayor eficacia, perfección y pulcritud, pues al estar tan finamente tallada presenta muchos intersticios y recovecos poco accesibles.

3. Impermeabilización de las cornisas, gárgolas y demás zonas afectadas por la humedad. Una aportación destacada en la fachada ha sido la incorporación de piezas de piedra de remate de las cornisas con vuelo y goterón incorporado. Con ello se evita que el agua de lluvia descienda, erosione y ataque a la piedra tallada de los frisos bajo las cornisas. El efecto perjudicial del agua se debe a su acción destructiva, principalmente por su contenido en gas carbónico del aire.

4. Finalmente consolidación y protección de la piedra de las fachadas y de las esculturas. Precisamente por el esfuerzo del cincelado en la talla de la piedra, ésta presenta múltiples microfisuras, por las que el agua de lluvia unida a los gases contaminantes penetra alterando la naturaleza de la piedra. Por este motivo la piedra necesitaba consolidación y protección. La consolidación de las zonas pétreas disgregadas se realizó con inyección de mortero de cal con árido impalpable. Productos similares se unen entre sí, es como si hicieran amistad.

Esta protección ya la aplicaron los que tallaron y construyeron este edificio. Se ha comprobado cómo la piedra de la fachada presentaba una fina capa de protección con un mortero fino de cal, tipo estuco, color oro viejo, material empleado también en la Sala Capitular y en tantos edificios históricos. Esta técnica muy antigua, eficacísima, de ennoblecer los edificios aportaba color, luminosidad y protección. La fina capa de mortero se conoce como piel de sacrificio porque, a la vez que embellece al edificio, se sacrifica de forma que la cal que contiene el mortero de revestimiento es la que ataca el carbónico de aire, impidiendo la alteración de la piedra. Este procedimiento de protección de la piedra es muy antiguo y se comprueba su efecto cuando se despega esta protección de la piedra a la que protege, y entonces se observa que la piedra que estaba cubierta se encuentra en perfecto estado. Por estos motivos ésta ha sido la técnica y el material empleado en la protección de la piedra de la fachada del Ayuntamiento.

En esta restauración se ha seguido el criterio de utilizar los mismos materiales que se emplearon en la construcción de este edificio, para garantizar su compatibilidad y perdurabilidad. Materiales nobles naturales de altísima protección, no superada por los nuevos materiales. Al ser compatibles con la naturaleza de las piedras utilizadas en el edificio, se integran perfectamente en ella protegiéndola y sin efectos secundarios adversos.

Se ha buscado la sensibilidad más exquisita para saber captar y no perder el espíritu, el alma, que pusieron los que lo construyeron. Además se necesita sumar “la mano” de los operarios que con sensibilidad realicen el trabajo. Se ha procurado contar con un profesional que sienta verdadera vocación por su profesión, de modo que trabaje con el mimo, experiencia y la precisión que se requiere.

El objetivo del trabajo fue conservar en la restauración aquellas pequeñísimas imperfecciones, que le dan calidad artística y singularidad a este edificio, en la búsqueda de autenticidad en la intervención. Se ha visto cómo influyen notablemente en la calidad de la restauración los tradicionales morteros de cal, los de siempre; los mismos materiales con los que originalmente se construyó el edificio. Cómo las pequeñas imperfecciones de la artesanalidad de los trabajos manuales caracterizan este edificio, consiguiéndose la misma sensación, que siempre tuvo, apartándonos de la frialdad, por la uniformidad, que comunica a todas las obras artísticas las máquinas sin espíritu. Se sabe que el espíritu huye de las máquinas.

Por tanto, con el máximo respeto y cuidado, tras la limpieza de la magnífica talla se ha consolidado y protegido los elementos pétreos con materiales minerales estables, compatibles con la piedra y cuyos resultados se conocen desde hace siglos. Se ha pretendido que esta restauración tan necesaria haga que estas tallas tan prodigiosas se protejan eficazmente salvaguardando su perdurabilidad, junto con un adecuado mantenimiento, revisándolo periódicamente para garantizar su perdurabilidad.

Promotor: Patronato del Real Alcázar y Casa Consistorial. Director: Antonio Balón

Autor de Proyecto y Director de Obra: María Dolores Robador González. Dr. Arquitecto

Presupuesto de contrata (con la baja aplicada e IVA incluido): 174.585,2 euros

Empresa Constructora: Sanor S.A.









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