Provincia. Jueves Santo de Caridad y Misericordia en Arahal
Fran Granado. Llegó el Jueves Santo a las calles de Arahal, se observa ese trasiego de personas de una Iglesia en otra, visitando los pasos e imágenes de las diferentes Hermandades. Se continúan con las tradiciones familiares de los preparativos de túnicas, fajas y costales. También se observa a muchas personas acercarse a los almacenes de las Hermandades para recoger un cirio más pequeño. Ese cirio será el que alumbre las primeras páginas del libro de recuerdos cofrades de un pequeño penitente.
Todo huele diferente, el olor del azahar se confunde con el del incienso. Las fachadas bien preparadas para el paso de las cofradías. Y en ellas, el olor a torrijas te envuelve en el deseo de probarlas.
Ya metidos en las tarde del mismo jueves a las 19:00 horas tiene prevista su salida la Hermandad de la Misericordia, que reside en la Iglesia del Santo Cristo. El gentío se apodera del lugar, corre en el ambiente esa alegría de poder contemplar que este año las nubes nos han abandonado, ese nerviosismo generalizado que por costumbre tenemos en los últimos años, no existe, se ha evaporado.
Un hermano de la Hermandad abre el lujoso pórtico de madera del templo, el estallido de júbilo es palpable entre los presentes y poco a poco el paso del Cristo de la Misericordia refleja como si de un espejo habláramos los rayos del sol.
En Arahal la fe que se le tiene al Cristo de la Misericordia es infinita, todos los viernes del año muchísimas personas visitan al Señor atado a la columna y a su bendita madre la Virgen de los Dolores.
Suenan los primeros sones de la Agrupación Santa María Magdalena, se mezclan entre Humilde Mirada (pieza de estreno, que esta Agrupación a dedicado al Cristo de la Humildad de Toledo), con xilófonos y flautas del Himno de San Antonio que después de 20 años volvemos a buscar en el cajón de los recuerdos para perdernos en nuestra niñez al oír sones en la Semana Santa un tanto especiales.
Este año como son más de 200 las mujeres que acompañan al Cristo alumbrando de promesa, poco a poco se pierde para dejarnos ver el bello rostro de la Virgen de los Dolores con la nueva corona que estrenaba este año, obra cincelada en Arahal por Altillo Joyeros. El paso de la Virgen es acompañado por la Banda de Música de Nuestra Señora de Cantillana.
Sobre la una y media de la madrugada del Viernes Santo, la Hermandad termina su Estación de fe por las calles del pueblo.
Fotos: Fran Granado.