La Virgen de la Cabeza fue trasladada a la Catedral para presidir el Pregón de las Glorias

Daniel García Acevedo. La Hermandad de la Virgen de la Cabeza ha visto cumplido el sueño de llevar a su titular hasta el primer templo metropolitano para que presida el pregón que anualmente se pronuncia dedicado a las hermandades de glorias del Consejo de Cofradías.

Unos minutos después de las 22,30 horas el paso con la Stma. Virgen entraba por la puerta de los Palos de la Catedral y subía la rampa que la llevaría al altar del Jubileo donde ha quedado ubicada hasta el retorno a San Juan de la Palma que tendrá lugar mañana sábado.

Pero todo comenzó a las 19 horas, cuando la cruz alzada con los ciriales comenzaron a salir por la puerta de la plaza. Mientras, en el interior del templo, la Banda de música de la Cruz Roja interpretaba la marcha “Amarguras”.

El cortejo estuvo formado por hermanos portando cirio, estandarte y varas de las hermandades de gloria de la feligresía, de la hermandad de la Amargura y el de la propia hermandad de la  Virgen de la Cabeza. En la presidencia, estuvieron el delegado de glorias, Andrés Martín, el secretario del Consejo de Cofradías, Carlos López Bravo, el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier y el pregonero de este año, Antonio García Rodríguez.

La Hermandad estrenó una saya bordada por el taller Santa Clara, restauración de la nube que sustenta a la Virgen por Pedro José López Marcos, los faldones laterales del paso, Madroño en oro de ley donado por el grupo joven, broche con el nombre “Cabeza” en oro de ley y circonitas donada por una devota y la marcha “Ntra. Sra. de la Cabeza” compuesta por Juan Antonio Godoy e interpretada en el interior del templo.

El paso llevó como exorno floral rosas vendella, rosas de pitiminí en rosa palo, orquídeas japonesas, jacintos blancos y dephinium blancos.

Emotivo fue el paso por las monjas del convento del Espíritu Santo y las Hermanas de la Cruz, donde el paso fue vuelto a las monjas de ambas congregaciones.

El cortejo anduvo a buen ritmo durante todo el recorrido, lo que hizo que se entrara en la Catedral con unos minutos de antelación al horario inicialmente previsto.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.