Exaltación poética a la Virgen de la Aurora‏

Antonio Rendón. La Capilla de San Pedro de Alcántara, de la Orden Tercera Seglar Franciscana, sita en la calle Cervantes nº 9, que preside de carácter extraordinario la imagen de la Virgen de la Aurora, con motivo del culto extraordinario de la conmemoración del cuarto centenario de la Venerable Orden Tercera del Convento Casa Grande de San Francisco, antecedente de la actual Orden Franciscana Seglar en Sevilla.

La Virgen de la Aurora fue situada en el presbiterio de la capilla, sobre una peana de madera tallada y dorada, vestida con manto rojo y saya blanca, ambas piezas con bordados en oro, además de la toca de sobremanto, mientras el Niño Jesús tenía puesto una túnica de color amarillo.

La talla de la Virgen se le atribuye al imaginero sevillano José Montes de Oca y León, cuenta también con ráfaga, corona y media luna plateada, además de lucir unos llamativos pendientes, un rosario en la mano izquierda, varios collares sobre el pecherín, donde también había un ramillete de azucenas de orfebrería y algunas medallas.

Flanqueaban a la Virgen de la Aurora, sobre sendas columnas de madera talladas y doradas, las imágenes de San Ivo, patrón de los abogados y Santa Clara patrona de las telecomunicaciones, que reciben cultos también en la capilla, además de diversas jarras plateada con flores lilium, margaritas y azucenas.

La Virgen de la Aurora, que desde 2013 es expuesta en besamanos cada 8 de diciembre coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción.

El acto de la exaltación a la Virgen como clausura del mes de mayo del curso de temas sevillano de carácter publico y de su centenaria efemérides, se realizó una ofrenda poética y mariana. Con el pleno de profesores de la sesión declamaciones coordinada por la poetisa Loli Luque y como final del acto el director del curso Antonio Bustos Rodríguez exaltando en forma de poesía a la Virgen de la Aurora. Hombre de gran oratoria poética en su intervención con una bellisima poesía marcada por una soltura magistral y plena de sentimientos, fe y devoción.

Fotos: Antonio Rendón Domínguez.