Liturgia. Las procesiones de la Catedral I. Jesús Luengo Mena

Vamos, en un par de artículos, a abordar un asunto poco conocido por los sevillanos. Se trata de las procesiones de la catedral. La Liturgia de la catedral dispone sus propias procesiones, menos conocidas que las de las hermandades y cofradías, salvo algunas muy populares que salen a la calle.

Las procesiones en la catedral, tal como disponen sus Reglas de Coro son las siguientes: procesión solemnísima del Corpus Christi, procesiones por gradas bajas, procesiones por últimas naves y estaciones. Los capitulares usarán capa pluvial en las siguientes: Domingo de Ramos, san Fernando, san Clemente y la Inmaculada Concepción[1]. A algunas se las sigue llamando procesión de Tercias, por tradición, dado que se celebraban tras el rezo de la Hora Tercia, antes de la misa. En la procesión, los canónigos observarán la misma disposición que en el coro: delante los canónigos de honor —si los hubiere—, seguidamente los canónigos de más moderno a antiguo y, a continuación, los dignidades.

Las procesiones que salen a la calle son las más conocidas y suman solamente tres: la solemnísima del Corpus Christi, la del Domingo de Ramos y la de la Asunción (Virgen de los Reyes), las dos últimas por las llamadas gradas bajas.

Sobre la del Corpus no vamos a comentar nada, pues es sobradamente conocida y con un itinerario inmutable desde hace siglos.

La del Domingo de Ramos la preside el Prelado (arzobispo en este caso), al que acompañan dos diáconos vestidos de dalmática, o en su defecto dos capitulares como presbíteros asistentes vestidos con casulla. Terminados los Laudes, se procede a la bendición de palmas y ramos. Al comenzar la bendición, los capitulares están en el coro bajo portando las palmas. La procesión, con capas, tiene lugar por gradas bajas, desde la puerta de san Miguel a la de Palos.

La de la Asunción tiene lugar una vez terminados los Laudes, con la imagen de Nuestra Señora de los Reyes. Asiste el Ayuntamiento y el clero parroquial. Preside el Prelado, acompañado de igual manera que en la procesion del Domingo de Ramos. En la procesión van los cantores delante del Cabildo, que cantan motetes en las esquinas. La procesion transcurre de Puerta de Palos a Puerta de Palos.

Dentro de la catedral hay procesiones por las últimas naves y estaciones.

Fiesta de la Presentación del Señor (dos de febrero).

Ese día se celebra la Procesión de Candelas. Terminado los Laudes, los capitulares se sitúan en el coro bajo, según costumbre, con las velas en las manos. Así esperan la llegada del celebrante al altar y permanecen hasta comenzar la procesión. Ésta tiene lugar por últimas naves, aunque no sea completa, sino de crucero a crucero. Es decir, se sale por junto al sepulcro de Colón y se regresa por el lado de la puerta de la Concepción[2].

Festividad de san Fernando, rey (30 de mayo).

Este día hay procesión por últimas naves, con capas, tras los Laudes. El recorrido es el siguiente: del crucero al sepulcro de Colón y hacia la puerta de san Miguel, y siguiendo en ese sentido hasta la Capilla Real. Una vez en la Capilla Real se besa el altar, se inciensan el altar, el crucifijo, la imagen de la Virgen de los Reyes y el cuerpo de san Fernando. A continuación, tras  el versículo cantado por los cantores, se reza la oración del Santo. Se vuelve por la nave que se abre a la puerta de la Campanilla hasta llegar al altar mayor, donde se entona el Gloria y sigue la Misa[3].

En el siguiente artículo abordaremos las procesiones de San Clemente, Solemnidad de Todos los Santos y la Inmaculada.

[1] Reglas de Coro, Artículo 49

[2] Artículo 51

[3] Artículo 53

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.