Provincia. Cartel de la Semana Santa de Benacazón obra de Rafael Laureano

Arte Sacro. El cartel de la Semana Santa de Benacazón: "Leyenda del Marinero".

Descripción del autor: Para los que no conozcan la leyenda, podemos resumirla en que a consecuencia de una tormenta se produce un naufragio, al marinero responsable de la embarcación se le aparece el Santísimo Cristo de la Vera+Cruz de Benacazón, sin potencias sobre su cabeza. Promete que si se salvan, le regalaría unas en plata. Todos se salvan y el marinero cumple su promesa. 

Cuando me comentaron que el cartel debía ser protagonizado por el Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, tuve clara la idea… me inspiraría en "la leyenda del marinero". Es curioso que esta leyenda habiéndose contado en infinidad de ocasiones, de padres a hijos, año tras año, generación tras generación… no cuente con una representación pictórica. Al menos que conozcamos. Yo he querido hacerlo de forma muy personal. Mirad, si os fijáis vemos que todo lo que sucede al rededor del Santísimo Cristo, es como un telón de fondo. Porque realmente es así, es solo una historia de las miles que nos podría contar Él que han sucedido en torno a su venerada efigie. Cuantas peticiones, rezos, anhelos, milagros o penas lleva escuchando a lo largo de los siglos de sus hijos benacazoneros, benacazoneras y devotos de otros lugares. Por eso el tema está tratado como un telón de fondo inspirado en tapices de la época en la que se fundó su hermandad.

Si comenzamos a analizar la obra desde la parte superior, vemos un cielo con una fémina que tiene los ojos vendados simbolizando la fe, fe que lleva vertiendo Benacazón sobre el Santísimo Cristo de la Vera+Cruz siglo tras siglo. Esta porta en una mano el bastón de mando por el título de Alcalde Perpetuo de la Villa que le fue concedido, en la otra, la medalla del pueblo que se le concedió a la Hermandad. Esta, está aderezada con caballo y joyas, porque como en una vánitas de Valdés Leal, nos recuerda que todos los lujos, las riquezas y poderes adquiridos en la vida, no servirán para nada, solo nos contarán las buenas acciones. A ambos lados de esta figura, vemos dos ángeles. Uno porta y señala una filacteria en la que cita “Toma tu cruz y sígueme”, quizás las cinco palabras que más describen la devoción a la Verdadera Cruz, toda una declaración de intenciones que hacen sus hermanos cada vez que cantan su himno. El otro ángel llora y cruza las manos, aludiendo a la advocación doliente… Dolorosa que está tan presente en la Cofradía, que es verde y que huele a azahar todas las primaveras. 

En la parte central, vemos un estampado que nos divide la parte superior - celestial, con la inferior - terrenal. En ambos lados vemos fuego en rayos y llamas, el significado bíblico del fuego está relacionado en ocasiones con todo aquello que se renueva, que es purificado, aquello que constituye una nueva era o vida, lo que debe ser para nosotros la Cuaresma… un tiempo de reconversión. La gloria de Dios lleva su acompañamiento con el fuego. En el estampado hay un motivo que se repite, la flor de lis que es la representación simbólica de un lirio. La flor de lis es un símbolo de poder, soberanía, honor y lealtad, y también de pureza de cuerpo y alma. No puede haber un motivo más representativo, porque además, es el motivo central en cada una de las potencias del marinero. 

En la zona inferior vemos el mar revuelto, las olas que chocan contra un barco y sus botes. Personas que luchan contra la tormenta por sobrevivir. También vemos escondidos en ciertos puntos del mar monstruos marinos que representan el pecado y el mal. Sobre todo este caos destaca una persona que se encuentra en el lado izquierdo con los brazos abiertos implorando al Cristo que se le ha aparecido, pidiendo por él y por todos los que se encuentran en su situación. Esta es la representación del que conocemos como "el marinero". 

Otro detalle que me gustaría destacar es uno de los personajes que vemos en la escena, se encuentra abrazado a la cruz del Señor. Aquí he querido hacer un guiño a otra parte del himno de la Hermandad que dice: “caminemos hermanados siempre a tu Cruz abrazados, Cristo de la Vera Cruz”, que en definitiva es a lo que nos quiere invitar la obra.

En primer plano y en la zona central de la pintura podemos ver la imagen del Santísimo Cristo, protagonista del cartel. Se encuentra pintado de forma fidedigna con las enagüillas antiguas atribuidas a la bordadora Patrocinio López. Si lo observamos bien, veremos que las potencias están repujadas en plata, han sido realizadas por un orfebre. Quería pintarlo sin ellas porque, como leemos en la leyenda, se apareció así, por eso la promesa fue regalárselas. Decidí ponerlas en relieve para que resalte este atributo sobre los demás, pues es la única prueba física que poseemos del relato.

Esta realizado en óleo, acrílico, pan de oro, grafito y plata repujada sobre tabla imprimada montada en bastidor de 80x40 cm.