Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • viernes, 26 de abril de 2024
  • faltan 352 días para el Domingo de Ramos

Sevilla 1948, mucho más que el Santo Entierro “Grande”. Reyes Pro Jiménez


Sevilla en 1948 celebró mucho más que la conocida procesión del Santo Entierro Grande o Magno.

Ese año llegó un joven (mi padre) desde su pueblo, conocido por la “Sevilla chica”, a estudiar en esta Ciudad que le impactó por tantos acontecimientos y celebraciones; un joven que con los años le contaría a su hija (yo misma) las vivencias de una persona corriente, a pie de calle; contaría sensaciones y anécdotas de la intrahistoria de ese año en la Ciudad.

Lo primero fue la sensación de que las inundaciones eran un hecho cotidiano, pocas semanas antes, al comenzar el año, el Guadalquivir se había desbordado otra vez más, las riás eran para la Sevilla algo desgraciadamente casi asumido regularmente por la población, que ya tenía sus miras en las celebraciones de sus Fiestas, que ese año serían más extraordinarias que en años anteriores.

 

La riá de 1948 en la zona de Heliópolis, el estadio del Real Betis completamente inundado, sus archivos se perdieron.

Hacía justamente siete siglos que Sevilla había sido conquistada a sus últimos dueños musulmanes y esto era un acontecimiento que no iba a dejarse escapar en la propaganda estatal, cosa igual en la política de todos los tiempos.

Comencemos por lo más conocido de lo ocurrido ese año: el Santo Entierro Grande. El primer libro que compró el joven estudiante (aparte de libros de texto) fue precisamente la guía “Procesión del Santo Entierro, Sevilla 1948 VII centenario de la conquista de la ciudad” editada por la Junta del Centenario de Sevilla e impresa en Vitoria por Fournier… sí, curiosamente la misma imprenta de las famosas barajas de cartas. 

Con ésta guía se fue a ver la procesión por la Plaza del Duque, plaza tan distinta a lo que hoy vemos, o mejor a lo que hoy queda, aun estaban en pie los edificios del palacio de los Marqueses de Palomares, el de Sanchez-Dalp, el Hotel Venecia, el cuartel de San Hermenegildo, etc. Era magnifica la apariencia de la procesión, sobre todo los impresionantes nazarenos de la Cofradía del Santo Entierro.

 

Guía Procesión Santo Entierro, Sevilla 1948 

Cruz de Guía del Santo Entierro, plaza del Duque

Y después tantas representaciones (o comisiones como se decía entonces) de las cofradías, procesionando algunas al completo con todo su cuerpo de nazarenos, además tantos religiosos, tantas autoridades y militares de todo rango… le impactó como a muchos de los espectadores el llamado “cortejo simbólico” de más de cien personas, no tanto por el cortejo en si como por la diferencia entre los dibujos de indumentarias de los participantes que se veían en la “Guía” y su apariencia real, más de una carcajada se oía en la plaza, aunque de forma lo más disimulada posible, lo que en algunos casos era muy difícil sobre todo para los grupos de jóvenes ¡hay que comprender la alegría de la juventud¡.

El rey David, a la izquierda el diseño de Antonio Cobos,
a la derecha realización de los trajes en talleres de Madrid.

Pero para el joven estudiante lo más llamativo eran los pasos, no por el orden cronológico de la Pasión que era algo extraño para los sevillanos, según les oía comentar, pues para los foráneos era un hecho muy normal. Se fijaba en las imágenes en su gran calidad, en los bordados, en la Vírgenes tan bellas… no era difícil entonces moverse por la plaza y por las calles cercanas e iba buscando los pasos que más le habían gustado… pero entonces comenzó el chaparrón, ya se veía venir y no le pilló de sorpresa pero le sorprendió que muchos sevillanos echasen a correr… parecía que no les gustaba la lluvia o no estaban acostumbrados. Fueron las primeras carreritas que vio el joven porque alcanzó a conocer las del año 2000, que le recordaron a algunos instantes de estas de 1948.

Él también corrió hacia la iglesia de la Universidad, a la Anunciación. No porque le asustase la lluvia sino porque uno de los pasos que más le había impactado iba a refugiarse allí: alcanzó a ver como entraba en la iglesia el paso de la Sagrada Mortaja, no sin dificultades pero lo más rápido posible.

El paso de la Sagrada Mortaja, en la guía “Procesión del Santo Entierro, Sevilla 1948”

Algunos estudiantes propusieron acercarse a la plaza de El Salvador, en la iglesia se habían refugiado algunos otros pasos como el de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena y el del Silencio de la Hermandad de la Amargura.

El gentío en la Plaza era impresionante. Qué lástima tanta organización, tanto trabajo y al final parecía un auténtico desbarajuste, pero era algo más aparente que real porque el joven estudiante supo ver bajo las carreras y bajo el refugio improvisado de los pasos un “orden” sevillano de las personas organizadas en bullas aparentemente caóticas.

Pasos de la Sentencia y del Silencio en desprecio de Herodes en El Salvador.

En el año 1948 se pudo ver mucho más en Sevilla. La conquista de la ciudad tuvo una celebración específica unida al “VII centenario de la marina de Castilla”, con ceremonia militar en la Plaza Nueva frente al Ayuntamiento (más militares aún que en el Santo Entierro, y en él ya fueron muchos, al estudiante le parecía que no había salido del cuartel de la mili), además procesión de imágenes de Gloria y naves junto a la Torre del Oro engalanada.

Cartel de la conmemoración de la Conquista de Sevilla

La Torre del Oro engalanada

Ofrenda en la Plaza Nueva

San Fernando

La Virgen de Valme

Hubo más conmemoraciones y ceremonias, la Feria no se quedó atrás y se conmemoró su centenario, salvando el pequeño detalle de que la primera había tenido lugar en 1847, pero año más o menos parecía no importar, incluso la fuente de la pasarela se cubrió con un “adorno” especial dedicado a los toreros.

Cartel del “centenario” de la Feria

La fuente o faro de los toreros

También en 1948 se inauguró el Monumento de los Sagrados Corazones en San Juan de Aznalfarache. Además nos visitó un importante personaje que a pesar de ser científico era muy popular: Sir Alexander Fleming, descubridor de la penicilina, cuya foto presidía muchas casas y “otros lugares” por agradecimiento a los beneficios curativos de su descubrimiento. Por último 1948 vio al Sevilla CF ganar la copa goleando al Celta de Vigo por 4 a 1, algo para no perderse se fuese sevillista o bético.

Fleming en el Alcázar

El Cerro de los Sagrados Corazones

Inicio del partido del Sevilla FC

Como vemos fue un año para no aburrirse en Sevilla y para que costase trabajo sacar tiempo para estudiar, pero aún así el estudiante lo logró.

Reyes Pro Jiménez. Historiadora y bibliotecaria










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.