SPQR. La Semana Santa impensable. Antonio Sánchez Carrasco

“La Semana Santa siempre ha sido así. No hay nada más imperturbable que nuestra Semana Mayor.” Estas dos sentencias oídas en el día de ayer, donde se oyen las verdades, que no las certezas, en la barra de un bar. Seguí paseando Sevilla, esa Sevilla incrédula que aún tiene la Esperanza de despertar de este mal sueño. Aún tiene esa esperanza recóndita de ver el vuelo de túnicas, de oler a incienso en una esquina o de sentir esa soledad feliz de ver un palio irse al ser posible con marcha, y notar como se vuelve a cumplir el rito. El rito que a muchos nos nació en los tuétanos y que por segundo año consecutivo notamos trabado.

Miradas perdidas sobre mascarillas multiforma. Cola en el Mercantil para ver una exposición bastante curiosa. Sobre todo por la cantidad de llamadores expuestos que este año no llamaran a nadie. Por supuesto unos en colas organizadas y otros que pasan criticándolas, supongo que vaciaran los supermercados antes de que ellos entren. Pero bueno eso es otra historia.

Conseguí entradas para ver la película sonora. Si impensable es la Semana Santa que estamos viviendo más impensable es la que recoge la película. 1930 ese año en el que todo empezaba a precipitarse como un castillo de naipes. Gente saltando para hacerse notar ante una cámara. Cámara con poca movilidad lo que provoca que las imágenes se salgan del plano.

La Cena saliendo de Omnium Sanctorum con un bar en primer plano en el que se puede oler el tinto. Niños bailando al son de la música subidos en la valla de la iglesia. Una avioneta cruza el cielo mientras los presentes están más ocupados de salir en la cámara que de la Virgen del Subterráneo, las cruces de las insignias salen veladas.

El tranvía sigue a San Benito y se oye el sonido de claxon de varios coches al paso de la Hermandad. San Bernardo sale con túnicas distintas en el palio, una de esas túnicas se puede ver en la exposición que tiene puesta la Hermandad. Así como el antiguo Cristo de las Cinco Llagas que se ve entrando en los palcos. Como el Cristo de la Fundación con cornetas y tambores.

La Virgen de los Ángeles en su palio antiguo, mientras alguien vende bocadillos, cerveza y refrescos entre otras cosas. En la Macarena se veían bullas y carreras y mareas cangrejeras. Alguien amenaza con pegarle a otro alguien, si vuelve a empujarlo.

Y en el Puente, el Cachorro que lleva las potencias sin miedo a la lluvia y que aún lleva centuria. Cofradía que se ve fotografiada por dos personas que bien podían ser algunos de los míticos retratistas de aquellas épocas.

Casi una hora de historia sonora de un año en el que aún no existía el Cecop, por no haber no había ni Consejo de Cofradías. Una Semana Santa impensable al final va a resultar que si cambia. Como cambiamos nosotros. Como cambian los días sin pasos a tenerlos con pasos. La Semana Santa está en cada poro de nuestras pieles y nadie puede pontificar sobre ella porque nadie como nosotros para saber lo que nos hace sentir esa semana que nos vuelve locos a los que soñamos con capirotes todo el año, toda la vida.

SPQR: Sevilla Patriaque Rumores.

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.