Arte Sacro
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María mírame…Moisés Viretti Fernández


María mírame, titulo y preciosa canción dedicada a la madre de Dios; primera canción que mi hija memorizaba y daba besos a la virgen…canción en la que me veo reflejado en su totalidad; canción de entrada de mi última misa como hermano mayor y como cristiano hasta hoy en la acción de gracias.

María, mírame y si puedes, explícame; María mírame, porque sé que al mirarme tu hijo también me mirará; eres la Madre de Dios, la elegida para traer la salvación del mundo; de tu mano siempre me has llevado, como aquel Domingo de Función de la Hermana Francisca cuando no quería comulgar por culpa de falsos e inhóspitos oradores, e hiciste manifestarte en tan bendita monja; siempre me has acercado a el en todos los aspectos, desde una bella y sagrada imagen, hasta el mismísimo Santísimo Sacramento del Altar; que ahí todo verdadero creyente quiere estar…

María, cúbreme con tu manto, aquellos que el mejor de los bordadores te trajo, porque tengo miedo…el rezar, la fe..empiezan a escasear.

Tus ojos, aquellos que en su día me embrujaron de amor y misericordia, a día de hoy son el mayor motivo de mi fuerza y de la poca paz que queda en mi alma.

María mírame, y explícame como se puede olvidar tanto el evangelio por aquellos que se hacen llamar los dueños de una iglesia sin sentido…María mírame, y explícame, como cuando llega la noche descansan sin preocupación…se que en medio de tanta oscuridad, tu luz me ilumina y a tu hijo me haces ver; sigues señalándome el camino con tus benditas manos, y en ellas me agarro para estar más cerca de el…

Tu, eres la que calma y consuela mis penas, la que apacigua mi dolor, y bien sabes, que no quiero ofender mas a Dios, por eso te pido por aquellos que creen tener la razón…y cuando vuelves tu mirada hacia mi, la misericordia se hace paz, es como estar en el cielo y descansar junto a tu bendito hijo, siempre bajo tu protectora presencia.

María, sigues atenta mi suplica, como si me acogieras en belén en pleno pesebre junto a San José, y al sagrado rey recién nacido, mientras tus ojos, esos lindos ojos no se apartan de mi alma y súplica; ojalá toda mi vida fuese la buena nueva de ese Belén de Judá.

Madre mía mírame, contigo me quiero quedar y en tus brazos poder descansar …

Foto: Israel Viretti.










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