Provincia. "Varal de Plata" concedido a Cáritas Parroquial de Santa María la Blanca de Los Palacios

Arte Sacro. El mundo del costal de la localidad de Los Palacios y Villafranca ha dado este pasado domingo, con tres golpes secos de martillo, una levantá al mismísimo cielo de la conciencia de muchos, cofrades y no cofrades, para reconocer la tan ingente como, en muchas ocasiones, silenciosa labor que realiza uno de los pilares fundamentales de la Iglesia, Cáritas.

La Tertulia Cofrade "El Último Varal" celebraba su XXV Exaltación al Costalero. Una "chicotá" cargada de entrega y humildad, que en este año ha tenido como protagonista a Antonio Murube. Al finalizar la misma y como viene siendo habitual, este colectivo procedía a entregar su máximo galardón el "Varal de Plata".

Un “más que merecido homenaje”, señala esta Tertulia, que en esta ocasión han concedido a Cáritas Parroquial de Santa María la Blanca que desde hace décadas trabaja en favor de los más desfavorecidos, fundamental en la vida de muchas familias que lo están pasando realmente mal y no tienen más remedio que acudir a la caridad para poder sobrevivir.

Los voluntarios en Cáritas de Santa María la Blanca, con una atención muy cercana y personalizada, y una participación muy activa, siguen siendo esa mano a la que muchas familias palaciegas se aferran cuando todo parece perdido. Solo en 2022, lograron atender a 200 familias, un número que se dice pronto pera detrás del que se esconde la desesperación y el drama de otras tantas familias de Los Palacios.

Quizás la ayuda a llenar la despensa sea la más visible en la labor de Cáritas, pero ni mucho menos es la única. Gracias a esta organización oficial de la Iglesia católica, se gestionan numerosas ayudas para el alquiler de viviendas, se sufragan gastos de luz y de agua, así como farmacéuticos, se ayuda a las familias con los gastos de material escolar y con los del transporte para estudiantes, etc.

En el caso de Cáritas de Santa María la Blanca, este año pasado han realizado un importante esfuerzo económico en salud bucodental, especialmente la de niños, para aliviar a familias que atraviesan por situaciones realmente lamentables al no poder acudir a un dentista. En definitiva, necesidades que en muchas ocasiones cuesta imaginar para quien tiene la fortuna de no pasar por ellas.

Pero en esta sobrehumana "chicotá" por no dejar caer a los que menos tienen o a los que atraviesan por una mala racha, Cáritas de Santa María la Blanca no está sola. Cuenta con la ayuda de muchos empresarios locales, personas del mundo del deporte, asociaciones como "La Milagrosa" y cientos de vecinos que, de manera anónima, colaboran día a día para que puedan seguir realizando su encomiable labor.

Mención especial merecen en este aspecto las hermandades de Los Palacios, que en los últimos años se han volcado de manera especial y sin cuya ayuda Cáritas no habría podido realizar gran parte de todo este trabajo.

Y es que, aparte de las aportaciones económicas que realizan las hermandades y de las recogidas de alimentos que efectúan durante todo el año y con las que ayudan a llenar las estanterías de Cáritas, hay que sumar la ayuda personal y el calor humano que ofrecen las cuatro corporaciones de penitencia, Borriquita, Vera Cruz, Gran Poder y Servitas, así como las dos de gloria, San Isidro y Ntra. Sra. Rocío, y la Sacramental de la Patrona, la Virgen de las Nieves.

Como dijo Benedicto XVI, “el hambre es el signo más cruel y concreto de pobreza. No es posible seguir aceptando la opulencia y el derroche cuando el drama del hambre adquiere dimensiones cada vez mayores".

Foto: Fernando Jesús Romero Triguero.