En diciembre vuelve el Cristo de Martínez Montañés al Santo Ángel

Francisco Santiago. El pasado lunes 6 de noviembre, visitamos las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

El historiador del Arte del Centro de Intervención del IAPH, Gabriel Ferreras Romero, junto al Prior del Santo Ángel, padre Juan Dobado, nos acompañaron con motivo de la visita del prior para conocer el avance en la restauración del magnífico crucificado de los Desamparados.

"In situ" pudimos comprobar como está quedando el Cristo de Martínez Montañés, el cual ya ha recuperado su tonalidad original y los numerosos brotes de sangre que casi pasaban anteriormente desapercibidos.

Nos llamó poderosamente la atención el rostro del Crucificado, que ahora se puede observar con todo lujo de detalles, tanto en cuanto a los detalles de la cabellera, la sangre que recorre su cara o la magnífica (y detallada al milímetro) dentadura.

Ferreras indicó que la policromía original de Pacheco deja ver todos los detalles del magnífico trabajo realizado por ambos maestros, llegando a ser superior al también crucificado "de los Cálices" de la Catedral, restaurado por Carmen Álvarez Delgado y Fuensanta de la Paz Calatrava, con motivo de su exposición en el Pabellón de la Santa Sede de la EXPO 92.

Igualmente indicó que gran parte de los problemas encontrados en el Cristo, se debieron posiblemente a su época como Titular de la Lanzada, periodo en el cual procesionó en la Semana Santa hispalense.

A pesar de haberse cumplido ya el plazo de entrega, el padre Juan Dobado espera que en breve la Comisión Artística que está llevando su restauración, se reuna para indicar la fecha concreta en la cual el Cristo de los Desamparados será expuesto al público, antes de volver a presidir la capilla Sacramental del Santo Ángel.

Esta fecha, situada en el mes de diciembre, podría estar en torno a las vísperas de la onomástica de Ntra. Sra. de la Esperanza, pues la imagen se encuentra ya a finales del proceso de restauración.

Histórico

El Crucificado de los Desamparados, realizado en 1617 por Juan Martínez Montañés para el convento de los Carmelitas Descalzos, esta considerado como una de las obras más sobresalientes del maestro jienense, y fue trasladado a las dependencias del IAPH en octubre de 2006.

Además de por su exquisito acabado, la obra destaca por su cuidada policromía, (realizada por Francisco Pacheco), su dibujo, composición, anatomía y estructura del sudario plenamente logrados, y una honda espiritualidad impuesta por el clima de la contrarreforma y el ambiente de la sociedad de su tiempo. Jesús se representa muerto, fijado por tres clavos, y su cabeza ligeramente inclinada a su derecha. Con esta talla, Juan Martínez Montañés consiguió dar forma imperecedera a las personas divinas, a sus gestos y actitudes, tal y como demandaba la sensibilidad popular de la época.

Paralelamente a las labores de restauración que se llevan a cabo en el Centro de Intervención del IAPH, a cargo del equipo de la restauradora Cinta Rubio, la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta, comenzó los trámites necesarios para declarar el Crucificado de los Desamparados como Bien de Interés Cultural.

Otras obras

Conjuntamente al Cristo de los Desamparados, actualmente se encuentran en las dependencias del IAPH la Dolorosa de los Dolores de la Hermandad de la Expiración de Málaga, Ntra. Sra. del Buen Aire y varias pinturas y esculturas del Palacio de San Telmo, del Hospital de los Venerables, uno de los antiguos Simpecados de los Rosarios de la Hermandad de la Divina Pastora, el Simpecado de Ntra. Sra. de Rocamador, que será mostrado en la Exposición sobre el 450 aniversario de la Soledad de San Lorenzo y se finalizan algunos trabajos de la Iglesia del Divino Salvador, que no ha dado tiempo, debido a su crítico estado, para formar parte de la exposición en el real Alcázar, entre muchas otras obras.

Santa Isabel de Hungría

Destaca sobremanera "Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos", sin duda, una de las pinturas más valiosas del Barroco Sevillano, encargado por Miguel de Mañara como parte del programa iconográfico de la Iglesia del Hospital de la Caridad, y realizado por Bartolomé Esteban Murillo en 1672, y que tras su restauración, volverá al retablo de la nave de la epístola de la Iglesia del Hospital de la Caridad.

Tal y como nos explico Gabriel Ferreras, en este magnífico cuadro se aprecia por un lado la mesura y sencillez en cuanto a las vestiduras, propias de la V.O.T. y por otro los ricos ornamentos que indican su grandeza como reina, representados en el vaso de porcelana y en la jarra de rica ornamentación que podemos contemplar en el cuadro.