El Cielo de Sevilla se abre para nuestros sones. Moisés Viretti

Y así, al igual que con crujir de dientes de la rabia injusta sobre nuestros músicos y compañeros un Lunes Santo en el Arenal, el cielo sevillano luce sol para una gloria en el que este se abre desde el Polígono de San Pablo y nuestra madre, la madre de Dios que tanto echábamos en falta en acompañarla un Lunes Santo triste como en este año 2008 se acrecentaba, nos sonríe junto a San Ignacio de Loyola con ojos verdes esmeralda.

No puedo ocultar la alegría de volver a desfilar en mi Sevilla natal tras un año de ausencia; al ver el cartel de mi gran amigo Francisco Santiago, me imagino estar entremezclado en la corporación musical que la acompaña.

La frontera sevillana de nuestra Semana Mayor se abre en uno de los barrios más cofrades, siguiendo la pista por el viejo palacio de Altamira donde encontraremos la luz de mi madre Candelaria en el que su amor jamás se apaga y que mas tarde nos recibirá en el barrio que vio nacer a Manuel López Farfan, con el mejor Refugio que se le puede dar a unos músicos que rezan con sus sones.

El trabajo de todos los miembros de la Junta Directiva y como no, también de sus músicos han dado fruto, y mi consciencia me dice que no será la última rosa del rosal.

Quiero dar gracias por esas inmejorables palabras (desde aquí, felicitar a la formación por este nuevo contrato en nuestra ciudad) que tanto esperaban nuestros músicos, al igual que las felicidades de muchos de los colegas de la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria de las Cigarreras por nuestra nueva andadura tras María Santísima del Rosario Doloroso.

El próximo domingo 12 de octubre, será un día importante para nuestra banda, hace más de una década no desfilábamos por Nervión, cuando acompañábamos a la reina del citado barrio; ahora acompañamos a su hermana, que con estrechos lazos de amistad cristiana veremos viejas caras de alegría por ver el emblema de nuestra Institución en el terreno bendito donde se alza la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

Ya falta poco para que ese cielo empiece abrirse el día 12, lo que tengo claro, que ese día no lo recordaré como día de la Hispanidad , lo recordaré como el día en el que el cielo de Sevilla se abría para nuestros sones…

Foto: Francisco Santiago