Un año más sin Valme

Francisco Santiago. No me gusta ahondar en las heridas, pero las mismas con el tiempo suelen cauterizar y, como excepción que confirma la regla, tenemos a la Hermandad de Ntra. Sra. de Valme de Bellavista.

Yo recuerdo que la Hermandad de Valme gozaba de una buena reputación y acogida cuando era una devoción letífica y gloriosa. Fue desde su erección como Hermandad de Penitencia, cuando el mundo del más allá del extrarradio se les vino encima.

No sólo tienen su parroquia del Sagrado Corazón cerrada, también tienen cerradas las puertas de la devoción y de la religiosidad popular. Si alguien se equivocó al nombrarla de Penitencia, ¿por qué no se subsana el error y se vuelve a reconvertir en Gloria?

Esta hermandad solía salir rondando mediados de septiembre, pero este año de nuevo sonarán campanas lúgubres con sonidos que tocan a duelo.  Si el Consejo de Cofradías es el órgano intermediario entre el Arzobispado y las Hermandades (y supuestamente a favor de las Hermandades), ¿no cree su flamante junta superior que hay que hacer algo para que el olor a muerto deje de rondar el barrio de Bellavista?

Si Cristo resucitó a Lázaro, ¿por qué no resucitar esta devoción? Y si ese no es el caso… ¿Por qué no la dan por extinguida, terminada, o como quieran llamarlo?

Foto: Francisco Santiago