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Provincia. Bendecido el nuevo Libro de Reglas de la hermandad del Rosario de Carrión


 Hdad. del Rosario. Será uno de los grandes estrenos de las Fiestas del Rosario 2008. Los prestigiosos talleres de Emilio Méndez han diseñado y ejecutado las pastas del nuevo Libro de Reglas de la Real, Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rosario Coronada, Reina y Patrona, establecida canónicamente desde 1727 en la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours de Carrión de los Céspedes (Sevilla).

Esta semana el Párroco de Carrión y director espiritual de la Hermandad, Rvdo. Padre D. Fermín Muñoz Domínguez, ha bendecido el Libro de Reglas, en el ofertorio del segundo día de la Solemne  Novena en  Honor y Gloria de Ntra Sra del Rosario Coronada, Reina y Patrona, que desde el pasado día 22 y hasta el 30 de septiembre consagra su Real, Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad en la única Parroquia que tiene Carrión.

La obra, labrada en plata de ley sobre terciopelo granate (color del manto grana de la Stma. Virgen), cuenta en las páginas interiores con dos pergaminos iluminados, obra del prolífico pintor Francisco Llonís Santiago, quien además es autor de los magníficos frescos que decoran el Camarín de la Señora del Rosario, la Patrona Coronada. A continuación recogemos la explicación artística y sentimental que da nuestro querido Paco Llonís a los magníficos pergaminos iluminados que plasman la antiquísima devoción que los carrioneros tienen por su Madre y Señora del Rosario.

 "LAS PRIMERAS PAGINAS DEL LIBRO DE REGLAS"

Sobre estas líneas que escribo en este Boletín, veréis por primera vez las páginas minadas de vuestro Libro de Reglas. Unas páginas sobre pergamino, que abren en su plenitud todo el contenido que os ata de manera devocional y a esta Hermandad con una tradición de siglos. Y para mí, como autor de las mismas, una enorme satisfacción y agradecimiento, pues habéis confiado otra vez en mi quehacer pictórico para realizarlas, junto con la obra del Camarín de Nuestra Señora del Rosario, la casa de la Madre.

Hablar de ellas y de su realización, es tanto como dejar al descubierto esos sentimientos del alma y ponerlos sobre la piel tensada y templada del pergamino, dejando correr por ellas, las devociones, los pensamientos, la propia forma de ser y sentir cuando se trata de algo tan importante para el sentimiento rosarista del pueblo de Carrión de los Céspedes.

En su composición, he jugado con las formas barrocas, con el escudo histórico de esa Hermandad Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa, con ese Rosario que se enreda por entre el monograma de María y la tiara pontificia, el toisón de oro y la corona real de su vinculación con sus Majestades los Reyes de España, hermanos honorarios de la Hermandad.

 En esa misma página de la derecha, en sus esquinas y sobre cartelas, motivos eucarísticos dicen muy mucho del cariz sacramental de la Hermandad, que tiene como centro a Cristo Jesús: El Pelícano, el Cordero sobre el Libro de los Siete Sellos, la Custodia de nuestra Parroquia, y por último, las espigas y uvas, todos signos visibles e invisibles del Amor de Cristo.

En la página de la izquierda, sobre una cartela que dice de las “Reglas de la Real, Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rosario Coronada, Reina y Patrona. Carrión de los Céspedes (Sevilla)”, se alzan como dos columnas entre nardos, azucenas y flores, que en su centro, sustentan el Escudo de Carrión de los Céspedes y el Escudo de la Hermandad, subiendo por entre capiteles de volutas y conchas hasta terminar en jarras de azucenas.

 Y en el centro, Ella. Como bajada del cielo, con el esplendor y el arte, el mimo y el oro, la belleza y la humildad de quienes la quieren con locura: María Santísima, La Virgen del Rosario Coronada. Bajo Ella, esa nube plateada que la eleva aún más sobre los cielos del pueblo de Carrión y que se desvanecen en plegarias de tornasoles sobre la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours que la cobija desde hace siglos, entre cales deslumbradoras y rojos atrevidos que hacen que ese entorno sea especial para todos los carrioneros.

Y busqué para pintarla el último perfil de su semblante maternal; en entrelazado de sus bordados en oro y pedrerías; el vuelo y finura de sus encajes y blondas; el enmarcado de su rostro; la postura del Divino Niño sobre su brazo; los perfiles de su corona de oro y tantas cosas más que hacen del trabajo una oración constante que se va quedando plasmada sobre la piel del pergamino.

Todas las obras que uno hace se quieren, pero hay algunas –como en este caso- que se las quiere de una forma especial. Catalogadas con los números 568 y 569 de mi obra en pergaminos y guardada dentro del corazón por siempre. Gracias por confiar en mí. Gracias Madre mía del Rosario por iluminar los trazos de este artista que tanto te quiere.

Por Francisco Llonís Santiago, autor de las pinturas del Libro de Regla.  

Fotos: Hdad. del Rosario










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