UCE-Andalucía muestra su preocupación por que los temas de consumo se conviertan en un circo mediático

Las entidades encargadas de hacer valer los derechos y legítimos intereses de los consumidores y usuarios tenemos una importante  responsabilidad social que implica una gran conciencia a la hora de realizar denuncias públicas poco o nada legitimadas o convenientemente contrastadas que  no hacen sino preocupar de una manera injustificada a los consumidores. Tal y como se indica en la Ley 13/2003 de Consumidores y Usuarios de Andalucía, no podemos “divulgar datos que no se encuentren respaldados por acreditaciones, resultados analíticos o controles de calidad suficientemente contrastados” como el caso que nos ocupa en relación a las denuncias mediáticas realizadas en cuanto a este tema.

Este tipo de actuaciones poco profesionales, además de crear una alarma social injustificada y confundir a los medios de comunicación, pueden dar lugar a que los ciudadanos, el sector empresarial, las administraciones públicas y el resto del tejido asociativo dejen de confiar en las organizaciones de consumidores. Hecho que le hace un flaco favor a la seriedad y rigurosidad de este movimiento que lleva más de veinticinco años trabajando en España sin recurrir al montaje de estos circos mediáticos.

La semana pasada, al encontrarse más productos contaminados, la Unión Europea dio una serie de indicaciones y se procedió, a nivel estatal de autonómico, a la paralización para el análisis de todo producto con contenido lácteo superior al 20%. UCE-Andalucía quiere aplaudir las medidas de control e inspección que se han llevado a cabo desde la administración andaluza, tanto por parte de la Dirección General de Consumo de la Consejería de Gobernación como por la de Salud, que en todo momento han actuado según los protocolos establecidos por la UE y han informado convenientemente a las asociaciones de consumidores andaluzas.