La parroquia de San Isidro Labrador, de Pino Montano, mejora considerablemente tras los arreglos efectuados este verano

Daniel García Acevedo. La parroquia de San Isidro Labrador, sede de la hermandad de Pino Montano, tras las obras acometidas este pasado verano ha ganado en esplendor y belleza. Sin embargo este fin de semana el altar mayor no se pudo contemplar en todo su esplendor debido al altar instalado para los cultos de la Virgen del Amor.

Las tareas han consistido en la apertura de tres ventanas con vidrieras en una de las paredes, realizadas por Carmelo Gómez, cambio de lugar del Vía-Crucis, realización de una nueva Sede utilizando un antiguo confesionario, remodelación de la capilla de la hermandad y, sobre todo, el Altar Mayor de la parroquia que está siendo reestructurado en paredes y techo.

La capilla de la hermandad de Ntro. P. Jesús de Nazaret y María Stma. del Amor, que también ha ganado en belleza, se le ha abierto un arco de medio punto y las imágenes están sobre un altar de mármol con una vidriera con el escudo de la hermandad. En las imágenes se aprecia solo al Señor ya que la Virgen estaba en el altar mayor presidiendo los cultos en su honor. También se le han puesto nuevos puntos de luces.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.