Provincia. La hermandad de la Soledad vuelve a representar hoy el nacimiento de Jesús en el casco histórico de Alcalá del Río

Arte Sacro. La Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, a través de su Diputación de Juventud, volverá a escenificar, bajo el nombre de “Sucedió en Belén”, el nacimiento de Jesús, aunque de una forma muy especial, puesto que la representación se desarrollará por un itinerario emplazado en distintas calles del casco histórico de la localidad. Tendrá lugar los días 27 de Diciembre de 16:00 a 20:00 horas  y 28 de Diciembre  de 12:00 a 15:00 horas.

El argumento de la representación es sencillo y conocido. Un ángel anuncia a María que dará a luz al hijo de Dios, y, tras visitar a su prima Isabel, viaja a Belén para empadronarse con su esposo José. Al no encontrar posada, han de refugiarse en un pesebre, alumbrando allí a Jesús, que es visitado por tres Reyes que le ofrecen distintos presentes. E igualmente, clara es la idea principal. Todo ha de parecer real, de modo que el espectador, al cruzar la entrada – ubicada en la plaza de Mariana Pineda – viaje en el espacio y en el tiempo hasta la Judea de hace dos siglos, donde todo va sucediendo y un narrador va explicando los distintos momentos de esta historia. Así, los diversos grupos trabajan en la creación de puestos, casas, enseres, indumentarias,... Se ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo de documentación, acudiendo a fuentes bibliográficas – algunos pasajes de la narración y los diálogos están extraídos de la Biblia –, y a todos aquellos documentos gráficos y audiovisuales que, si bien no son de la época, pueden mostrarla con suficiente realidad, para conseguir que ni en la narración ni en la escenificación haya nada anacrónico (ni herramientas, ni oficios, ni construcciones, todo ha de ser fiel a la época).

Con la experiencia y el éxito de la anterior edición – primera representación de la obra, que atrajo a más de un millar de espectadores – a principios del pasado mes de Noviembre se comenzó a trabajar en la preparación de todo lo necesario para que la zona más antigua de la localidad, conocida como el Alcázar – con unas impresionantes vistas del río Guadalquivir, la Vega y Sevilla – semeje las ciudades de Nazaret y Belén de hace 2.000 años.

La narración se desarrolla en diez escenas, ubicadas en distintos puntos del recorrido. Como nota curiosa, hay más de una Virgen María (aunque no intervienen simultáneamente, hay una en cada escena para no frenar la representación), así como varios niños (incluso niñas) que interpretan al Niño Jesús, para que el recién nacido no se canse en exceso.

Se inicia el itinerario en el mercado de Nazaret, donde los espectadores se mezclan con los habitantes de la ciudad que acudían al mercado a conseguir lo necesario. Una gran cantidad de puestos que ofrecen productos de la época – caza, verduras, hierbas y especias, cerámica,... – se alternan con vendedores de animales, de pieles,... El bullicio del mercado deja paso al recogimiento de María, en su casa, orando a Dios, en el momento en el que se le presenta un ángel y le anuncia que está encinta, aún sin conocer varón. En la tercera escena, María pernocta en Caná, en casa de unos amigos de sus padres, antes de llegar a Ain-Karin, donde encuentra a su prima Isabel, siendo esta la cuarta escena. Dando un salto en el tiempo, en la quinta escena, María – ya embarazada – con José, escuchan la lectura (por parte de unos romanos ataviados con los trajes de ‘armaos’ de la Hermandad) del Decreto que los obliga a empadronarse, haciéndolo, tras cinco largos días de penosa marcha, en la sexta escena. Continúa la narración con San José y la Virgen buscando posada, siendo inútil la búsqueda, pues todo está completo. Mientras siguen buscando, el grupo de espectadores llega a la octava escena, un realista paraje silvestre – en el que incluso hay una cascada de agua y rebaños – donde unos pastores que pernoctan al raso reciben la visita de un ángel, que les anuncia que el Salvador ha nacido, para que vayan a adorarlo.

Mientras, en la novena escena, Herodes es visitado por tres Reyes que, guiados por una estrella, han llegado hasta su Palacio preguntando por el Rey de los Judíos, que acaba de nacer. Los Reyes, montados a caballo y con una nutrida corte de beduinos, reciben indicaciones de Herodes para que, en el momento en que encuentren al Mesías, le informen para ir a adorarlo. Finalmente, en la Plaza del Calvario, los Reyes encuentran al hijo de Dios nacido en un pesebre Paradójicamente, el Niño Dios ha venido a nacer en Alcalá del Río en la plaza que lleva por nombre el lugar en el que morirá.

La impresionante y colorista representación se desarrolla en la zona árabe de la localidad, de imbricado urbanismo, calles estrechas,... donde además se ubican diversos restos arqueológicos (como el Peñón de la Reina, resto de torreón del antiguo Alcázar) y monumentos (como la torre mudéjar y la Parroquia de Santa María de la Asunción). Entre las distintas escenas, para dar continuidad a la narración, se sucederán decorados imitando viviendas de la época, labores (como las de las lavanderas), huertos, talleres artesanales de carpintería, puestos de jabones, hierbas aromáticas, incluso un oasis con fuentes y palmeras,... En definitiva, más de una decena de calles, más de trescientas personas, harán que, durante unas horas, Alcalá del Río sea Belén y que el niño Jesús venga a nacer en esta villa ribereña.

Fotos: Arte Sacro.