La Oposición. El Rincón de las Descalzas.

Era una Hermandad ejemplar que estaba recuperando poco a poco el sitio y lugar correspondiente en la historia y que se había debilitado a pesar de sobrepasar ya los trescientos años. Era una Hermandad con vida propia con multitud de actos y con una cabeza visible que ejercía de imán a la hora de captar hermanos hacia su devoción.

Pero esa cabeza como es habitual hoy en día tenía una oposición interna que sin pudor alguno en los medios y formas utilizadas tenia que desbancar las acciones emprendidas y echar por tierra todos los años de esplendor recuperados.

Este grupo de “amiguetes” captó algunos descarriados para hacer presión y una de las primeras medidas tomadas fue no acudir a los cultos de su “supuesta” devoción faltando con nocturnidad y alevosía al juramento de Reglas que habían realizado años atrás. No sólo dejaron de ir a los cultos también dejaron de acudir a la sede canónica a la casa de hermandad y a cualquier otro acto que se hiciera en su honor.

No contentos con todo esto además empezaron a propagar doctrinas paralelas a captar adeptos basándose en mentiras o descalificaciones y abusando en cada gesto y acto de los límites de los mandamientos divinos.

Se hicieron sectarios adoradores paralelos con implicaciones particulares de cada dogma traduciendo la religión según las conveniencias y apetencias de todo tipo que se les pasara por la mente dejando la fe en manos de un reality-show nocturno y de connotaciones amaneradas.

Ellos creían hacer oposición pero la única realidad es que estaban segando la vida de Hermandad convirtiendo los muros en cartón la pila bautismal en charcos de agua estancada y el sacro recinto en una chavola a punto de caer por falta de consistencia y de cimientos.

Pero la verdad prevalece sobre lo irracional sobre los mercaderes sobre los instigadores en la sombra sobre los que intentan de cualquier forma llegar a la ostentación más que al merecimiento.

No porque tengáis buenas letras por ser partícipes de la literatura cofrade no por querer estar en todos los ámbitos y secciones lograreis ser mejores. La única manera de hacer oposición dentro de un estamento de la Iglesia es ser mejor persona mejor hermano y respetar las Reglas sobre todas las cosas.

Jamás la puñalada por la espalda será motivo para llegar a una junta de gobierno y menos cuando se antepone el interés personal a la devoción general. A pesar de ello Nunca la religiosidad popular sevillana estuvo más cerca de convertirse en algo parecido a las Fallas una pira enorme donde arden sin remedio las tradiciones oraciones y cultos hacia la Imagen que un día nos hizo sentir que hacíamos “hermandad”.

Ahora en ustedes mismos queda el juzgar si esto que les he contado es una “realidad” o simplemente “ficción”. Continuará...