Provincia. Dos años de aquella histórica procesión en Montequinto

Eduardo Fdez. López. Dos años parece que es mucho tiempo, pero viviendo el día a día de la vida que a cada uno nos ha tocado vivir nos damos cuenta que dos años pasan bastante deprisa.

Hoy, 12 de octubre, se cumplen dos años de la salida procesional de la Virgen de los Ángeles, patrona de la barriada nazarena de Montequinto, la primera vez que esta imagen romera salía en procesión por las calles de su barrio. Lo hacía conmemorando el 25 aniversario de su llegada al barrio.

Fue una procesion historica y en la que todo un barrio se echó a la calle para acompañar a su Virgen, que procesionó sobre el paso de la Virgen de los Dolores de la Hermandad de la Vera Cruz de Aznalcóllar, un pueblo al que todos los feligreses de la parroquia estaremos siempre agradecidos por su colaboración, desde a las Hermandades de la Vera Cruz y Soledad, su párroco Ignacio y las religiosas de la parroquia, Mari Ángeles, la florista y camarera de la Virgen del Rosario de la Hermandad de la Santa Cruz de Arriba hasta todas aquellas personas y resto de hermandades que colaboraron para que esta procesión se hiciera realidad.

Los dias previos fueron inolvidables, el día de la llegada del paso, el de fundir la cera, el montaje fuera ya de la parroquia y toda esa noche de vigilia, todo quedará grabado en los cofrades de Montequinto y fieles de la Virgen de los Ángeles con la esperanza de que algun día pueda volver a repetirse.

Porque algún día la Virgen volverá a procesionar, pero llegue o no llegue ese día ella seguirá guiándo con sus ángeles por el buen camino a todos sus fieles, los que ella cada día ve desde su altar y acoge bajo su manto igual que la acogieron a ella cuando tan necesitada estaba hace poco más de un cuarto de siglo.

Y como el barrio crece hoy cuenta también con un grupo de fieles cofrades, muchos de ellos hermanos de la Virgen de los Ángeles y que formamos parte la pre-agrupación parroquial de Getsemaní, la que en unos años esperamos pueda ser la Hermandad de Penitencia del barrio.

Consagrada ya la devoción a la Santísima Virgen en su advocación gloriosa de los Ángeles, y sin olvidarnos del Cristo de la Esperanza, podamos acompañarla rindiéndole culto también a Nuestro Señor Jesucristo en su Pasión y a su madre dolorosa.

Fotos: Eduardo Fdez. López