Feliz Navidad. Isabel Serrato Martín

Agota sus días el año más completo y maravilloso que he tenido la suerte de vivir. Un 2009 que ha tenido de todo, y en la variedad está la preciosidad. Los bueno vence a lo malo, y así debe ser siempre. En este día, cuando Dios ha nacido para traernos la Paz y la Humildad que tanta falta nos hace, quiero haceros partícipe de este alumbramiento. Ser pastorcillo de este siglo, ser pueblo que llevaba agua al niño, ser ángel que anunciara la buena noticia. Y así, que os veáis reflejado en las palabras, para que todos los cofrades, seamos parte del Pesebre del Amor. Debemos ser defensores de un Crucifijo que con el permiso de nuestro Gran Poder, Dios vivo, ha de ser silueta y escudo de nuestros días. Pero hoy, Dios ha nacido, es un bebé, que necesita de tu amor, de tu cariño… Si eres costalero, sueña con la levantá más hermosa, con la “chicotá” de ensueño, con la saeta que hasta levantara el faldón… Si eres nazareno sueña con esa primera estampita que diste al niño que con ilusión extendía su mano bajo un sol radiante que adornaba la avenida Luis Montoto. Si eres músico, recuerda cuando atravesaste el postigo y tus sones sonaban como el del querubín más hermoso del reino celestial. Si eres pregonero, sueña con esa palabra, la primera palabra que sale temblando de tus labios, pero que da comienzo a toda una oración. Si eres saetero, canta, canta y vuelve a cantar… Si eres aguaó, llévale agua al niño Dios, que acaba de nacer, y necesita beber del agua más pura que se reparte en Sevilla, la que sacia la voz de “agua”. Si eres acólito, inciensa con fuerza, no te preocupes, no nos vamos a quejar si casi nos asfixia, ese olor tiene que llegar al niño y saber que junto a la estrella, tendrá que seguir ese humo que en Sevilla huele a gloria. Si eres Diputado de Tramo, sueña con esas reuniones que tenemos, en las que siempre se termina hablando de lo mismo, aquella anécdota que nos pasó con aquel nazareno que nos miraba con el respeto que a veces no nos merecemos. Si eres capataz, manda levantar el paso y ve a recoger al Niño Dios, que lo tenemos que hacer Sevillano.

Vivamos la Navidad como si el principio de la Semana Santa fuese, que lo es. Dejemos callados a tantos que deberían ejercer por vez primera su profesión y que nos han de dejar en paz a los cofrades, dejémoslos callados. Recojamos con ilusión cada felicitación que un hermano nos haga llegar. Por supuesto, esperemos con ilusión las carrozas de Oriente, más ilusión que nunca… y claro que si, sigamos soñando con lo que viene detrás de la carroza de Baltasar…

En estas fechas, en la que ya tenemos a Dios en el mundo, sólo me queda desearos, Feliz Llegada del Mesías, que con él, empieza la Navidad.

Felices Fiestas.

Foto: Francisco Santiago.