"Bajaste del cielo en la Candelaria noche".’ Moises Viretti

Llegado Febrero, mi alma proclama la grandeza del Señor al llegar el aroma candelario de la luz que espanta las tinieblas y del que mi humilde Hermandad Sacramental y de Gloria esperaba, para adorarte aquí en la tierra, para que aquel hombre bueno llegado de la carmelita calle Calatrava, te vistiera de Reina.

Aunque podía controlar mis nervios, sentía el ambiente de una época añorada como todos los años…tu solemne besamanos, tu triduo, y como nó, ver esa preparación de culto y añorada compañía de aquellos que nunca dejan de amarte.

José Antonio, alzaba sus manos sobre tu talla, como si de Maestro de Orquesta Sinfónica se tratase, para realizar sobre los recogidos de tu manto, un mar de Glorias en el que el niño Dios quisiera jugar con los blancos claveles.

Al final de ese instante que ya está grabado en mi corazón, los priostes terminaban su trabajo con melodía de cirios y velas.

Dios te Salve, Reina y Madre, Dulce Candelaria mía, ven siempre en mi compañía, y guiar a todo hombre por buen camino; pregonar la verdad y explicar el verdadero regalo de Dios que es la vida que nos a concedido.

Fotos: Israel Viretti