Un incendio en la azotea obliga a desalojar el Museo de Bellas Artes.José Luis Losa. ABC

SEVILLA. El Museo de Bellas Artes de Sevilla fue ayer escenario de un pequeño incendió que provocó una gran alarma tanto por la trascendencia del lugar -la segunda pinaocteca nacional- como por lo aparatoso del humo que salía sobre el edificio.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho menos veinte de la tarde, cuando, por causas desconocidas, un compresor de aire acondicionado situado en la azotea del edificio salió ardiendo, según explicaron a ABC fuentes de los Bomeros. El fuego afectó a varios tubos de PVC que inmediatamente provocaron una densa humareda en lo alto del edificio, dando la sensación de que el inmueble estaba en llamas.

Los vecinos dieron inmediatamente la voz de alarma y los propios trabajadores corrieron a sofocar las llamas mientras desalojaban a los escasos visitantes que se encontraban en el interior. Hasta el museo se desplazaron numerosas dotaciones de bomberos, si bien no tuvieron que intervenir al sofocarse el fuego rápidamente.

Ninguna de las obras del museo se vio afectada ni por el fuego ni por el humo, aunque hasta la pinacoteca se desplazaron numerosos responsables políticos sin ocultar su preocupación por lo sucedido.

Los primeros en inspeccionar la azotea fueron el propio director del Museo, Ignacio Cano, y el delegado provincial de Cultura de la Junta, Bernardo Bueno, a quienes se unieron posteriormente el director general de Museos de la Junta, Pablo Suárez, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que también acudió para interesarse por el siniestro.

Allí estuvieron analizando las causas del siniestro. El responsable autonómico negó a ABC que las obras que actualmete se realizan en el Museo puedan haber disminuido los sistemas de seguridad del edificio y recordó que para ello se realizó una auditoría extrena antes del comienzo de esas reformas. Asimismo, subrayó que el Museo es competencia del Gobierno, «al que se ha informado desde el primer momento».