A pocos días. Isabel Serrato Martín.

Es cierto el título, quedan muy poquitos días. Algo más de una semana para verte en la calle, siempre y cuando tu hijo lo permita. Resulta que llevaba tiempo sin publicar y has venido a mi mente y he sabido ver de nuevo el momento. Lo que tú no puedas… Pastora. Seguramente haya perdido la práctica, aunque quiera siempre poner el corazón en mis palabras.

Te quedan pocos días Pastora, para que un barrio se convierta en alegría viendo a la Primitiva en tu advocación bendecir casas, balcones, familias… Te verán vecinos, vecinos antiguos de esas calles con tanto sabor, vecinos que soñarán y volverán por un momento a recordar aquellas reuniones, aquellas fiestas, aquella alegría desbordada cuando llegaba el día en el que la Madre del Buen Pastor perfilaba las calles.

Está Sevilla sumergida en que todo sea poco para ti. Si te asomas al balcón y de puntillas observa qué hace Triana en estos momentos, desde lejos sentirás los nervios de Moi, de Pepeillo, de Jose, de Pablo Espinosa… preparando también allí, lo que viene siendo un día más que señalado en el calendario de la cava.

Dicen que en Triana todo pasa antes, y un día antes conquistarás, amor mío, al viejo barrio, para luego pasear por el centro de Sevilla.

Triana no se habrá recogido, aún resonaran las marchas, aún los vivas en la calle pureza, cerca de la capilla donde habita la Esperanza del Cristiano, Triana aún no habrá tenido tiempo para soñar con un sueño, cuando en la calle amparo, todos, con los nervios de un principiante y con la experiencia de quien te amó desde la cuna, todos, volveremos a enfrentarnos al tercer domingo de Septiembre, domingo en el que el tiempo se para, las horas, los minutos, la nostalgia no existe, ni los versos, ni las marchas, ni siquiera hay adornos, ni pétalos… no hay nada, todo se detiene, y todo se recrea en tu nombre, Pastora.

Antes, y como digo, aún nos queda algo más de una semana para que todo esté preparado. Tienes que darnos, Pastora, esa fuerza invisible y presente, para que sólo pensando en ti, honremos a tu hijo.

La ciudad no tarda en amanecer cada día. Nada ni nadie te regala lo que no te ganes. El esfuerzo siempre tiene en Ella su recompensa. Por eso, aunque desvanezcas, aunque temas, aunque parezca que llega el agobio, tranquilo, habrá siempre unos ojos que te consuelen.

La ciudad no tarda en amanecer cada día, pero pronto amanecerá y sólo habrá Pastora. Pronto, pronto, muy pronto, con Ella llegará, su día, el tercer domingo de Septiembre.

Foto: Francisco Santiago