Provincia. Almadén de la Plata celebra su día grande, la localidad sevillana renueva cada año su devoción al Cristo del Crucero

Arte Sacro. La localidad de Almadén de la Plata, en plena Sierra Norte de Sevilla, celebra este fin de semana sus Fiestas Patronales en honor al Stmo. Cristo del Crucero, una valiosa talla a caballo entre los siglos XV y XVI al que el pueblo de Almadén le profesa una enorme devoción ya que desde tiempo inmemorial lo tiene por su Patrón.

La fiesta, que originariamente se celebraba el 14 de septiembre, conmemora la Exaltación de la Santa Cruz. Es la festividad más importante de esta localidad serrana y sus habitantes la viven con desbordada pasión. En la actualidad se celebra el segundo sábado del mes de septiembre.

Hasta los años 60 del siglo XX coincidía esta festividad con la feria local, pero el drama de la emigración, que azotó fuertemente a esta zona, hizo que la feria se trasladara al mes de agosto. Con todo, el día del Crucero es, sin duda, el día más importante de este bello enclave de la Sierra Norte.

La imagen del crucificado quedará expuesta el viernes en solemne besapiés tras el quinario que en su honor se está celebrando en estos días. Los melojeros, gentilicio por el que se conoce a los habitantes de Almadén, acudirán en masa el próximo viernes a realizar la ofrenda floral a su Patrón, y la iglesia quedará repleta de claveles rojos, que junto a los nardos, conformarán el exorno floral que llevará el paso.

La función principal se celebrará el sábado a las 12:00 horas, estando presidida por la venerada imagen del Cristo, ya entronizado en su paso. La parte musical de la eucaristía correrá a cargo de la Coral Polifónica Virgen de la Hiniesta.

Ya por la noche, a las diez y media, está prevista la salida procesional de la imagen para recorrer las calles de la localidad, que irá acompañada por la Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Redención, de Sevilla. Las enormes dimensiones del paso del Crucero hacen que, tanto la salida como la entrada, sean una auténtica odisea para los hermanos costaleros ya que parece imposible que pueda traspasar el dintel de la diminuta puerta de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de Gracia.

La imagen, como apuntamos al inicio, es un crucificado del tránsito del siglo XV al XVI,  de autor desconocido, se podría enmarcar dentro del estilo ‘gótico de transición’. Entre los avatares históricos cabe destacar que fue rescatada milagrosamente de un incendio que sufrió la iglesia en enero del año 1952, en el que sufrió daños de poca consideración mientras que el interior del templo quedó reducido a cenizas. La única restauración de la imagen de la que se tiene constancia fue la realizada en 1992 por Ricardo Llamas León y Miguel Ángel Pérez.

Una de las estampas más emotivas de la procesión se produce a la salida, pues una estela de bengalas precede discurrir del paso tras haber traspasado el dintel de la puerta, proporcionando así una luz especial que ilumina el venerable rostro del Señor del Crucero. Esta imagen se repetirá en varias ocasiones durante la procesión mientras el paso camina por  las empedradas y, a veces, estrechas calles de esta histórica villa minera situada en plena Vía de la Plata. Todo ello unido al perfume desprendido por los nardos, plantados a los pies de la cruz, hace que la conjunción de estampas y olores tengan una belleza estremecedora.

El colofón a esta noche serrana -a 75 km. de la capital que se cubren en tan solo 45 minutos-  lo pondrá un castillo de fuegos artificiales a la entrada del Stmo. Cristo en su templo, que servirá de espectacular broche de oro a tan magna procesión. Se recupera así por parte de la nueva corporación municipal una tradición –la de los juegos pirotécnicos- que se había perdido en los últimos años.

Fotos:  Rafael Fernández.