Torreblanca no quiso quedarse sin su cofradía
Arte Sacro. La Hermandad de Los Dolores de Torreblanca como es habitual cada Sábado de Pasión llenó a rebosar las calles de su barrio de fieles para presenciar la singular estación de penitencia que esta cofradía, decana de las Vísperas realiza cada año.
De estas hermandades que nos anticipan la Semana Santa es la que más nazarenos pone en la calles de un barrio en el que tanta falta hace siempre que dos imágenes sagradas vayan bendiciendo cada uno de sus rincones.
Esperaba ansioso el barrio la apertura de las puertas de San Antonio pero la climatología mandaba en la tarde e hizo que ante el riesgo existente de lluvia los miembros de la Junta decidieran aplazar la decisión de salir o no salir.
Finalmente y pocos minutos después de las siete de la tarde comenzaba a salir el cortejo.
Al final con un retraso de hora y veinte minutos que fue recuperado en el discurrir de la cofradía, la Hermandad de Torreblanca pudo culminar con éxito su estación de penitencia.
Los sones de Virgen de los Reyes armonizaron el andar del misterio del Cautivo ante Pilato y los sones de las Nieves de Olivares hicieron lo propio tras el palio de la Virgen de los Dolores.
Porque no puede haber un barrio sin cofradía ni un Sábado de Pasión en Torreblanca sin los Dolores el cielo y los que allí dirigen permitieron que Torreblanca no se quedara este año sin revivir la ilusión de cada año y la devoción que gente humilde como las que habitan este barrio se quedaran sin poder ver a sus dos devociones, los que día a día hacen que más de uno salga adelante.
Fotos: Luis M. Fernández y Manuel Pinto Montero.