Último trabajo de la pintora Beatriz Barrientos

Representa el retrato del Beato Tirso de Jesús María, perteneciente a la orden de los Carmelitas Descalzos. El desafío ha sido lograr un retrato fiel debido a los escasos testimonios fotográficos que se conservan, todos ellos en blanco y negro y de pequeño formato, quedando en la mano de la artista el resto de la anatomía y el añadido del color.

Aparece sentado en un sillón frailero, vestido con el hábito carmelita, mirando al espectador y portando en la mano izquierda la carta autógrafa que escribió a sus padres antes de su martirio. 

En alusión a su afición a la poesía se ha pintado a la izquierda una mesa con hojas sueltas y un tintero con pluma, además de un crucifijo. Es de señalar que la tipografía de la carta es la misma del retratado así como la inscripción de la última voluntad del Beato, situada en la parte inferior del cuadro, incluida su firma.

La autoría se encuentra certificada por la firma de Beatriz Barrientos Bueno en el margen lateral derecho de la obra, en tono tierra siena para integrarla cromáticamente con el conjunto general del retrato.

Fotos: BB