No pudo ser en La Milagrosa

Francisco Santiago. Hubo esperanzas hasta última hora, pero la leve lluvia que parecía no terminar acabo con los sueños de la Milagrosa, y decidieron no salir.

Durante todo el día estuvo la parroquia llena de público, expectantes ante la Guardia Judía que custodiaba los pasos y con la bambalina delantera flamante del paso de la Virgen del Rosario.

El Cristo de la Esperanza también lucía la nueva túnica blanca, mientras el tambor sordo anunciaba los cambio de guardia.

Al final tendrán que esperar al próximo año para despertar de este sueño que, de nuevo, empañó la climatología adversa que parece haberse asentado en nuestra Semana Santa.

 

Fotos: Mariano Ruesga Osuna