Sacra Híspalis. Sevilla íntima (I). Las Órdenes religiosas

Arte Sacro. La ciudad ha estado vinculada estrechamente a la Iglesia, desde la llegada de Fernando III. Varios fueron los conventos que el propio Rey erigió en sus años de vida en Sevilla, a los que siguieron la creación de tantos cenobios y monasterios, como órdenes y congregaciones existían. En tiempos de Don Remondo se inicia la construcción de conventos en lugares de extramuros. Los cenobios vinculados a la nobleza, se edificarse en casas cedidas por sus mecenas, tales como el de Santa Clara (Don Fadrique), San Leandro (Almirante Tenorio), Santa Inés (Doña María Coronel). Es indiscutible, que otrora, la relevancia del ámbito religioso de Sevilla, estuvo intrínsecamente ligado a la prosperidad económica de la ciudad. Los siglos XVI y XVII, fueron para la ciudad, momentos de gloria económica, cultural, artística y religiosa. Fue este el tiempo en el que más fundaciones conventuales se llevaron a cabo y el que más riquezas proporcionó a las iglesias conventuales, trabajando para las mismas los mejores artistas y artesanos locales y venidos de allende nuestras fronteras. Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que la Sevilla del Siglo de Oro, fue la capital económica y artística del mundo. Aun y pese a los hombres, quedan en pie vestigios de su gloria.

Iniciamos el itinerario en Iglesia conventual de Nuestra Señora de la Paz donde se encuentra la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Allí nos recibió el hermano Fernando.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, es una orden mendicante, constituida en 1572 por discípulos de San Juan de Dios. Inicialmente Juan de Dios fundó un hospital en Granada. Tras su muerte en 1550 su fama de santidad se extendió (fue beatificado en 1630 y canonizado en 1690), con lo que numerosos particulares decidieron seguir su ejemplo o vincular miembros de la Orden a sus propias fundaciones, adaptándolas a la regla del hospital de Granada. En 1552 Antón Martín fundó el de Madrid y el de Córdoba. Pedro Pecador fundó el de Sevilla y Frutos de San Pedro el de Lucena.

El Hospital de Nuestra Señora de la Paz se asienta sobre un solar que en otros tiempos fue ocupado por sucesivos hospitales desde el siglo XIV. La primera ubicación de un Hospital de la Orden de  San Juan de Dios se sitúo en unas casas que había donde hoy se levanta el Archivo de Indias y era conocido Como Hospital de la Cruz o de las Tablas, en referencia de las tarimas que tenían por camas los enfermos. Su ampliación dio lugar al traslado a la Plaza del Salvador, concretamente al lugar que había ocupado la Cofradía de médicos-cirujanos, por un importe de 4000 ducados, que fueron aportados por los propios religiosos hospitalarios y por el patrono del nuevo establecimiento, el capitán Fernando de Vega, en cuyo recinto tendría su última morada. El nuevo hospital recibió por nombre el de Nuestra Señora de la Paz, la misma advocación a la que está dedicada la provincia de los religiosos de San Juan de Dios, en Sevilla. Desde 1574  los Hermanos de San Juan de Dios, han sido quienes lo han mantenido y conservado hasta nuestros días, a excepción de los paréntesis habidos durante las exclaustraciones. El edificio presenta fachada de estilo barroco, construida en tres cuerpos y flanqueada a ambos lados por dos torres o campanarios coronados por agudos chapiteles, decorados con azulejos y ornamentos del XVIII. En su interior, destaca el púlpito del  XVI, y el Retablo Mayor de estilo neoclásico. 

Después del recorrido por los distintos retablos acristalados de la iglesia salimos en dirección a Iglesia conventual de San Alberto de Sicilia, donde se encuentra la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri (PP Filipenses), donde nos recibió D. Pedro Fernández que nos acompañó durante la visita.

La Orden de Carmelitas Descalzos funda este convento en 1602. Dicha Orden fue extinguida en 1835 merced a la desamortización de Mendizábal. Muy tardía fue, en realidad, la presencia  filipense en la ciudad de Sevilla, teniendo en cuenta que desde el XVI se encontraban en la ciudad prácticamente todas las instituciones religiosas existentes hasta este tiempo, según afirma el historiador Cayetano Fernández. Los PP Filipenses venidos desde Granada para fundar un Oratorio en Sevilla, hallaron buena acogida por parte de la jerarquía eclesiástica, consiguiendo con prontitud las licencias necesarias y una pequeña casa, donde colocaron la imagen de los Siete Dolores y el Santísimo Sacramento. A partir del año 1893, los Padres de la Congregación de San Felipe Neri, regentan el templo de San Alberto de Silicia. Dicho templo fue sede de la Hermandad de la Vera Cruz, de  la Hermandad de la Quinta Angustia y desde la desamortización de Mendizábal hasta su extinción, de la Hermandad de Caballeros Riojanos de Nuestra Señora de Valvanera, trasladada desde la iglesia San Benito de la Calzada.

La iglesia data del siglo XVIII. Consta de una sola nave, a la que se abren capillas laterales en ambos lados. Su portada es de estilo manierista en dos cuerpos, próxima a los pies del templo. Del interior destaca la cúpula sobre el crucero, así como el Retablo Mayor, en cuyo camarín se encuentra la imagen del Cristo del Perdón, obra de Ángel Iglesias en 1791, réplica del Cristo de la Clemencia y la impresionante imagen de la Virgen de los Dolores, obra anónima fechada en torno a 1700 y atribuida con gran acierto a Pedro Roldán.

Posteriormente nos dirigimos a Iglesia conventual del Santo Cristo de los Dolores donde se encuentra la Congregación de Religiosas Terciarias Franciscanas del Tránsito y Asunción de Nuestra Señora, donde nos recibieron la hermana Raquel y la hermana Sacramento.

Irene nos contó un poco de la historia de esta congregación donde sobre el año 1667, Marta de Jesús y Beatriz Jerónima de la Concepción, una vez viudas, se dedicaron a ejercer la caridad cristiana y adquirieron el solar para la construcción de Hospital del Santísimo Cristo de los Dolores para cuidar mujeres ancianas enfermas e impedidas, culminándose la obra en 1682.

La fachada presenta un frente largo, con elementos apilastrados, recuadros moldurados y rejas. Con el tiempo se fueron añadiendo casas anexas para ampliaciones hasta el siglo XIX. El primer patio es de la primera fase, 1680, con arquerias sobre columnas. La iglesia presenta una sola nave, cubierta por una bóveda de cañón. El retablo mayor data de 1780, se caracteriza porque no esta dorado, compartimentado por estípites con una imagen del Cristo de los Dolores, de 1680, atribuido a la escuela de Pedro Roldán. En un retablo lateral se encuentra la devota imagen del Cristo de la Buena Muerte, obra de Montes de Oca, actualmente en proceso de restauración.  Asimismo, mencionar la Bendita Imagen de Nuestra Señora del Tránsito, de estilo barroco y que se expone a la veneración de los fieles en Agosto, para la Solemne Novena, en una hermosísima cama rococó, en madera tallada y dorada, rodeada por cuatro Niños Jesús vestidos como Arcángeles, todo a su alrededor está repleto de flores.

Desde aquí quisiera hacer una llamada a la solidaridad, ya que las hermanas están necesitadas de productos de higiene personal tales como gel de baño, cremas anti escaras (hidratantes), champú, etc... Pañales de adultos, abiertos y cerrados. Ropa de señora, tipo batitas y/o vestidos de verano que puedan abrirse por la espalda, usadas en buen estado y/o nuevas. Quién quiera ayudar puede ponerse en contacto con la Asociación Cultural Cofrade Amigos de Irene Gallardo a través de los correos electrónicos:

Fran Ávila: cofradedeirene@hotmail.com

María Jesús Blanco: geminis_mj_5@hotmail.com

Miguel Falcón: franymigue12@gmail.com

Irene Gallardo: eccehispalis@gmail.com

Gracias al hermano Fernando de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a Pedro Fernández de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri (PP Filipenses) a las hermandas Raquel y Sacramento de la Congregación de Religiosas Terciarias Franciscanas del Tránsito y Asunción de Nuestra Señora y a Irene Gallardo por hacer posible este Itinerario.

Fotos: Fco Javier Montiel