Luis Ortega Bru - La Mano Izquierda de Dios

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Notas Biográficas

Detalles de su Obra Un Gigante llamado LOB

 

Vida, Obra y Muerte de un Bohemio

 

Vida, Obra y Muerte de un Bohemio

Era noviembre. Una fría mañana d noviembre(1982) un gélido soplo de muerte nos lo arrebató tras meses de sufrimiento. Yo cumplía un año en pocos días, y a veces me ronda la idea de desear haberle dado unos años de vida tan sólo para sentir lo que era tenerle cerca. Luis Ortega Bru nacía(10-septiembre-1916) en San Roque. 

Su padre era alfarero, pero su madre pertenecía a los marqueses de Comillas. Desde pequeño modelaba hasta incorporarse a la Escuela de Artes y Oficios.

Tuvo la suerte o la desgracia de crecer dentro de una familia que le inculcó la libertad por encima de todas las cosas, libertad que llevó al brutal fusilamiento de sus padres en los años de la Guerra Civil, por ser reconocidos como republicanos. Mi abuelo fue condenado a muerte por Rebelión en el 40, pero le indultaron y pasó un año en prisión y cinco largos años en un campo de concentración a trabajos forzados. 

Los horrores de una guerra, de tantas muertes y de la pérdida de la belleza de las pequeñas cosas, son difícilmente suprimibles de la mente humana. Por eso siempre fue un hombre tan reservado, tan bohemio, tan encerrado en su arte. El franquismo selló sus labios de republicano, pero nunca mataría sus manos, y toda su obra es un legado del sufrimiento que pasó, del hambre, la brutal pérdida de su familia, … Esa "terribilitá", esa fuerza contenida, la expresión de su obra en imaginería, su pintura, sus cartas. Aquellas cartas que le escribía a mi abuela cuando no estaban en la misma ciudad, es increíble la belleza que trasmiten, el amor y admiración que eran su razón de vivir, de seguir luchando por sus ideas. 

A pesar de tanto dolor su camino tenía una luz siempre encendida, sabía que Dios le ayudaba e incluso afirmaba que sus obras salían solas, por gracia de Dios. Afirmación rotunda pero clave para entender su obra, que en mi opinión es uno de los pilares de su inspiración, junto con: su bella esposa, a la que talló como la Magdalena del paso de Santa Marta; Miguel Ángel, al que no dejó de admirar y el duro proceso franquista.

Le conozco tan sólo por las historias que mi abuela me contaba, pero el sentimiento siempre aflora a mis ojos como si él siempre estuviera aquí. Su vida, para mí, es un ejemplo de la no sumisión, de la lucha por lo que creemos, por lo que sentimos, por la libertad.

En la Semana Santa sevillana cada año me sorprenden sus pasos: Del Baratillo, que se abre paso por la plaza del Arenal, el cual fue su primera obra a Sevilla; a la perfección y perfecta distribución de las figuras de Santa Marta, obra cumbre de misterio, en que el Cristo Yacente da la impresión tener a la propia muerte de frente, que a golpe de silencio, respeto y campanadas se introduce en San Andrés.

La Cena levanta la plaza de los Terceros mientras el sol baña los rostros contenidos y palpables de sus apóstoles. Y con San Gonzalo…toda la bondad y la maldad se ven congeniadas en dos figuras dispares. Es difícil definirle, ni siquiera sus más allegados podemos dar una clara imagen de alguien tan complicado. Supongo que tras su época de internamiento sólo vivió para su obra y su familia, todo perdía sentido fuera de estos límites y por ello vivía despistado, ajeno al mal que a su alrededor se movía, sobre todo de su mecenas en Madrid, quien le alquilaba un taller y que con su llegada a Sevilla no le devolvió nunca su más de un centenar de obras, cambiando la cerradura y desapareciendo del país. Hoy, tanto él como el Ayuntamiento de San Roque, injustamente utilizan su nombre, causando un profundo dolor en mi familia.

El Ayuntamiento y su fundación, han aceptado la cesión de esas obras que su mecenas, Manuel González, ha dado en su nombre. Es duro aceptar que algunas personas jueguen con su valía, el arte no es un instrumento material, es un sentimiento que encierra toda una vida. ¿ Cómo se puede traficar con la vida de una persona? ¿Cómo se puede ir contra la voluntad testamentaria de un artista?

Mi abuelo confesó que sus obras no serían reconocidas hasta pasada su muerte, llevaba razón, pero no creo que en su mente entrara la idea del abuso. Todos lucharemos para que su vida-obra no queden en vano.
"Estés donde estés, gracias por todo, gracias por ese legado de vida".º

Sara Gutiérrez Ortega, Sevilla, Mayo de 2001.

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