Provincia. Nuestra Señora del Dulce Nombre procesionó en Alcalá de Guadaíra por un itinerario inédito

Manuel Pinto Montero. La bella imagen de Nuestra Señora del Dulce Nombre de Alcalá de Guadaíra recorrió las calles de la feligresía de San Sebastián en una procesión marcada por la devoción que despierta la Virgen blanca de San Sebastián y por el nuevo itinerario que realizó la cofradía debido a las obras que se están llevando a cabo en parte de su itinerario tradicional.

Nuestra Señora del Dulce Nombre es obra de Manuel Pineda Calderón bendecida el 15 de junio de 1937, siendo la talla más antigua de las que procesionan por las calles de Alcalá de Guadaíra.  Procesiona sobre paso de madera tallada y dorada, alumbrado por candelabros de guardabrisas. Este año se estrenaba la restauración de la peana.

La Virgen del Dulce Nombre lucía saya y manto blanco bordado en oro, al igual que el Santísimo Niño. Porta corona de plata sobre dorada y ráfaga del mismo material. La Banda de Música Nuestra Señora del Águila de Alcalá de Guadaíra acompañó un año más con sus sones a la Santísima Virgen.

Esta procesión nos dejó estampas únicas cuando la Santísima Virgen recorría la Plaza de la Almazara, alfombrada de pétalos, y subía la calle Juez Pérez Díaz donde la luna se asomó para contemplar esos momentos. Numerosos devotos la acompañaron en su caminar por las calles que la contemplaban por vez primera. Momentos emotivos se vivieron en la calle Cristo del Amor donde el grupo joven había engalanado la calle con flores de papel y banderolas.  Un gran arco la recibía a mitad de la calle donde una lluvia de pétalos caía sobre la bendita imagen de la Virgen.

Al filo de las once de la noche la Virgen del Dulce Nombre regresaba a casa donde recibe las oraciones del pueblo alcalareño.

Fotos: Manuel Pinto Montero.