Arte Sacro
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Alberto González cautivó el corazón de Triana con su Pregón de la Juventud Cofrade


 Alberto González en un momento de su intervención Arte Sacro. La noche iba cubriendo con su manto el cielo, mientras un intenso aroma a incienso bendecía con su fragancia los aledaños del templo de la O. Acababa de celebrarse el cuarto día de quinario de Nuestro Padre Jesús Nazareno cuando daba comienzo el Pregón de la Juventud Cofrade de Triana, que en su sexta edición, quiso tener como escenario la parroquia de la calle Castilla, y como pregonero, a un hermano de la O, a Alberto González Jiménez, quien a sus 19 años hizo una de las mayores y más importantes protestaciones de fe de toda su vida, hablando desde el atril con palabras sinceras de cristiano comprometido y de cofrade de devociones claras.

Bajo la atenda mirada del Nazareno que cada Viernes Santo cruza el puente de Triana, Alberto González fue desgranando vivencias y sentimientos por la Semana Santa del barrio a través de sus días, comenzando con una bella alabanza a Sevilla, diciendo que podrá haber ciudades más grandes en el mundo, pero no más bellas. Tras este canto a la ciudad, hizo un recorrido por las hermandades del barrio, dedicando a todas ellas sentidas y cariñosas palabras, como a la Estrella, la embajadora del barrio en sus días grandes: "Aplaude Triana entera / que llora contigo a tus pies, / ¡Madre mía de la Estrella!", o a San Gonzalo, donde señalaba que "Clama y llora el Giraldillo / no siendo clavel sencillo. / Por ir contigo en tu paso / soportando tu mirada / como lo hace Triana, / por ser soga de tus manos / que acaricia al Soberano / como lo hicieran los niños".

 Dignas de todo elogio fueron, igualmente, las palabras dedicadas a la edad de la Giralda, ya que "nace anciana y muere niña, y nosotros permanecems eternamente enamorados de ella", y muy emotivos fueron, sobre todo, los versos rotundos en honor de la Virgen de la Victoria, a la que cantaba diciéndole "Yo ya no sé si te vas / o si te quedas, / no sé cuánto durará / tu larga espera. / Mas si cruzaras el puente, / siempre, siempre recuerda / que eres Victoria en Sevilla / y en Triana: Cigarrera".

Una de las partes más intensas y aplaudidas del pregón fue, sin duda, la recta final, dedicada a las dos partes del Viernes Santo, con su madrugá y su tarde, destacándose el recuerdo a la primera vez en la que el pregonero vio a la Esperanza de Triana en las calles de Sevilla cuando decía que "Ya viene allí la Esperanza / cruzando el puente a la vuelta, / ya se alegra su espadaña / y en una mañana nueva / queda triste la Giralda", y especialmente profundo fue el pasaje dedicado a su abuelo Ricardo, emocionado asistente al acto que, postrado en su silla de ruedas, llegó a llorar en más de una ocasión, recordando aquellos momentos en los que "solía vestirme mi abuelo, y en una de las vueltas que da la vida, fui yo el que lo vistió a él el año pasado para hacer una plena estación de penitencia sin siquiera atravesar el dintel del templo: allí lo vestí yo, y allí se quedó sentado en el único banco que permanece en las naves de la iglesia el Viernes Santo".

 Alberto González, con su emocionado abuelo al fondo El pregón se iba acercando a su desembocadura, como llega el Cachorro a la plenitud de la Vida con el paso de las horas: "El tiempo y la luz / ya no se mueven, / el aire trianeando / sobre su frente. / Qué bien se entiende / tu mirada, Cachorro, / ante la muerte". Y al final, como siempre, la Virgen de la O, la "Esperanza de Castilla", la que le da sentido a la vida del pregonero, por eso le decía "que no te falte corona / ni piropos que te digan: / quisiera ser Viernes Santo / para decirle a Sevilla / por qué en Triana una O / me alegra toda la vida". Finalizó el pregón, y Alberto, con lágrimas en los ojos, se acerca a su abuelo para darle un abrazo y ofrecerle su disertación envueltas en las pastas de terciopelo y plata que le regaló su hermandad.

 Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp entrega un recuerdo al joven pregonero de Triana Sin duda, fue un acto bien organizado, con mucho gusto, con la exquisitez de la música de la agrupación musical de la Estrella de Dos Hermanas que también aportó su granito de arena, aunque debe señalarse que el pregón fue presidido por el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, pregonero de la Semana Santa, y por Luis Manuel Ruiz, hermano mayor de la O, y contó igualmente con la presencia de Gonzalo Crespo, delegado de Fiestas Mayores, Alberto Moriñas, delegado de Triana, así como la de otros cofrades de la ciudad, como José Luis Ruiz, hermano mayor de la Candelaria, Julio Cuesta, pregonero universitario de este año, Rafael Peralta, pregonero universitario de 2005, Juan Manuel Labrador, pregonero de la juventud de San Gonzalo, Moisés Ruz, pregonero de la Virgen de las Veredas, y Sebastián Ruiz Cabrera y Francisco de Asís López, pregoneros de la juventud cofrade de Triana en 2005 y 2001, respectivamente.

 

 

Fotos: Joaquín Corchero









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