La vida y muerte de Cristo según el "dios de la madera"

Francisco Santiago. Hay rasgos característicos en la imaginería barroca que la han hecho prevalecer a lo largo de los siglos, sobre todo en esta ciudad que tuvo la suerte de adoptar al ilustre hijo de Alcalá la Real, Martínez Montañés, conocido y reconocido como "el dios de la madera".

Relativo a comparaciones, la más conocida y nombrada en Sevilla quizás sea la que conocemos en torno a los titulares de Montserrat y Gran Poder, el mismo Padre y el mismo Hijo en vida, realizados por Juan de Mesa.

Pero más allá de la vida, en el leve instante (y a su vez eterno) que supuso el tránsito de Jesús de la Vida a la Muerte , quedó magistralmente esculpido por el maestro de este último, el alcalareño que supo dejar en nuestra ciudad su impronta de genio y maestro escultor.

Dos años separan las imágenes que hoy les mostramos, El Nazareno de Pasión (1615) y el crucificado de los Desamparados (1617), pero en ambas imágenes queda reflejado, con más ahínco del habitual, que el modelo de uno y otro fueron el mismo o que, en su defecto, Montañés tenía clara cual era la cara de Jesús, con la cruz a cuestas o en ella clavado.

Fotos: Francisco Santiago