El Gran Poder sufrió un desprendimiento de la parte hueca de la corona. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla
El imaginero Álvarez Duarte fue llamado de forma urgente para reparar el trozo caído, que quedó sostenido por uno de los brazos
La junta de gobierno de la Hermandad del Gran Poder tuvo que solicitar de forma urgente los servicios del imaginero Luis Álvarez Duarte para solucionar un desprendimiento de material detectado en la corona del Señor hace menos de un mes. Miembros de la hermandad se percataron durante un proceso de limpieza del Señor de la pérdida de un trozo de alrededor de 5 centímetros correspondiente a la parte hueca de la corona, la que se localiza en la zona izquierda según se mira la venerada talla. Cabe recordar que otras zonas de la corona son de material macizo.
Por fortuna para la hermandad, el trozo desprendido no se perdió en ningún momento al quedarse sostenido sobre una de las mangas de la túnica del Señor. Fue allí donde fue recogido y custodiado hasta el día siguiente, cuando a medodía fue practicada la reparación de urgencia a cargo del citado imaginero con la basílica completamente cerrada a los fieles. Según ha podido saber este periódico de fuentes de la cofradía, la restauración del trozo desprendido se llevó a cabo con un pegamento especial, de características adecuadas para no causar daños de ningún tipo en la imagen, la habitualmente denominada cola pura.
Las mismas fuentes narraron la gran inquietud que se apoderó de los hermanos de la corporación que hallaron el trozo desprendido. Al parecer, el hallazgo se produjo mientras se le realizaba a la imagen una limpieza superficial con plumero, una práctica habitual de los priostes o conservadores de las imágenes sagradas. La reparación no tuvo mayores problemas que la de ensamblar el trozo, que se cayó tras un corte limpio.
La parte desprendida corresponde a una zona que no fue restaurada en 1983, fecha de la última intervención realizada al Señor a cargo de los hermanos Joaquín y Raimundo Cruz Solís, quienes se limitaron entonces a tratar la estructura no visible.
No es la primera vez que Álvarez Duarte recibe encargos de la Hermandad del Gran Poder. En el año 2000 restauró la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso. De hecho, en las vitrinas del tesoro de la cofradía se muestran las piezas que sacó del interior de la imagen, introducidas en su día por Peláez.