Ni fías, ni porfías. Antonio Sánchez Carrasco

....ni cuestión con cofradías. Aquella frase de Santiago Montoto, que me trajo a la memoria mi amigo Pablo Borrallo el día que firmé en la Feria del libro el triple de libros de los que firmó San Juan Evangelista de su best seller "el apocalipsis". Seguía rebotando (la frase) en mi cabeza la semana en la que asimilábamos la magna de Málaga, porque somos de los que no nos movemos de aquí en nuestras fechas, pero fuera de ellas ¿porqué no conocer a fondo otras Semanas Santas?. Y llegó ese fin de semana que me aisló de todo. Porque la Semana Santa a parte de todo lo que os quieran contar, de todos los temas accesorios que la rodean, la componen las personas. Don Santiago lo tenía claro, para que porfiar si hay una Semana Santa en cada uno.

Y cuando el Poder de Dios abandonaba la iglesia de las Moradas. La iglesia de mis misas del gallo de la infancia. Pasó el Señor bajo el balcón donde siempre recordaré a mi abuela Dolores. En ese instante, cuando el sol de media tarde daba de lleno sobre el cortejo y yo me afanaba en los contraluces y en fotografiar a mi amigo José Enrique que portaba a Cristo, en ese instante mi también amigo Juanmi me puso el micrófono verde de la radio, y poco fui capaz de decirle con el pellizco en las tripas, por estar en aquella calle de mi infancia. Me hubiera gustado decirle cuanto me alegro de verlo con el rumbo correcto en su profesión, pero la emoción me pudo. Personas como Carlos que pudo llevar al Señor y le acompañaba su Hijo,  al que Carlos le enseñaba la senda por la que caminar y el paso de llevar a Dios con todo lo que implica, y que me eligiera a mí para fotografiar ese momento, siempre agradecido le estaré.

Y sobre todo de mi amigo Guillermo que recibió en la epifanía de 2020 el mejor de los regalos, una túnica de ruán negra y todo los necesario para ser nazareno del Señor. Pero la pandemia le negó ese sueño de Madrugá en San Lorenzo.  El sábado consiguió su papeleta de sitio y allá que fue con  su cirio tiniebla precediendo al Señor que tantos nombres despierta. Conseguí entre la multitud fotografiarlo y se le notaba la sonrisa hasta con mascarilla. Yo el sábado entendí que mi foto  de ese día era la  de Guille, porque yo soy de contar historias y la historia de mi amigo era la de un sueño de un Cofrade que consiguió lo que tanto ansiaba. Y es por ello que es el que sonríe en la foto que acompaña a estas letras.

Ya de madrugada un WhatsApp en uno de los grupos que compartimos,  nos decía su mujer  que había fallecido Roque Larios otro contador de historias con su cámara el mismo día que Dios volvía a su casa, él subía hasta la casa del Padre dejando un navajazo en el alma a todos los que lo queríamos.  Por eso ni fías, ni porfías...., lo verdaderamente llamativo de la Semana Santa son las Semanas Santas que existen en cada uno de nosotros. Descansa en paz, querido amigo.

#Hoy es lunes pero no hay sol, va por ti Roque.

Fotos: Antonio Sánchez Carrascto/Exteban Torres/Roque Larios.