Nueva cruz de camarín de Nuestro Padre Jesús de la Humildad del Cerro del Águila
Arte Sacro. En la noche del pasado sábado, 7 de diciembre, en el transcurso de la santa misa de hermandad del Cerro del Águila celebrada en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, el párroco y director espiritual Francisco Javier Brazo Delgado llevó a cabo la bendición de la nueva cruz de camarín de Nuestro Padre Jesús de la Humildad. Con su hechura, y una vez que le sea colocada en los próximos días, el Señor presentará siempre así una misma imagen todo el año, tanto en su camarín como en su paso procesional.
La obra ha sido realizada por el escultor Enrique Lobo Lozano -que ha donado su trabajo como una ofrenda al Señor-, y posee las mismas características y morfología que su cruz procesional, realizada por él mismo en el año 2019 para su primer Martes Santo. De madera de cedro canadiense, de baja densidad, es totalmente hueca.
Morfológicamente, posee como hemos dicho, las mismas características propias de su cruz procesional siendo una cruz mixta de contenido esencialmente naturalista, poseedora de unos rasgos que, como aquella, la hacen única. Su diseño ha estado bajo la supervisión y dirección del autor de la sagrada imagen, el escultor e imaginero Juan Manuel Miñarro López siendo, al mismo tiempo, una cruz plana y arbórea, observándose en la sección de sus cantos que es curva con la representación de la corteza y las abrupciones propias del realismo de un árbol, mientras que sus caras laterales (anterior y posterior) son planas, como la superficie de una viga pero configurada de manera irregular con las huellas que deja el golpe de la azuela. Su carácter mixto queda más que visible y claro así, al ser plana y arbórea a la vez.En lo que respecta a su acabado cromático es igualmente mixto y ha implicado dos tipos de terminaciones tal como se puede contemplar en la obra. La terminación de las partes lisas, que representan la madera desnuda de corteza, ha sido realizada a base de tapaporeado y cera natural sobre el propio color del cedro; por su parte, las partes que representan la corteza arbórea y leñosa del tronco muestran un acabado de tinte, capa de tapaporos y cera natural a muñequilla. Como detalle novedoso a destacar, y a diferencia de la cruz procesional, la cruz de camarín del Señor de la Humildad lleva en el brazo inferior nueve gotas de sangre realizadas con cristal, yendo cuatro de ellas en cada una de las caras planas y una en la parte de la corteza.
La minuciosa elaboración de su parte de carpintería, con la mencionada construcción en hueco, ha evitado un exceso de peso que siempre irá en beneficio de la integridad de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad.
Como conclusión, cabe destacar que de nuevo se ha querido que la cruz del Señor de la Humildad manifieste a través de su aspecto rústico y naturalista su condición inequívoca de Árbol, para ser el reflejo de la bella antífona que es proclamada en el Oficio de La Pasión del Viernes Santo, al descubrir el Crucifijo que será adorado entre cantos y oraciones; en ese momento el sacerdote repite: «Mirad el Árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la Salvación del Mundo. ¡Venid a adorarlo!”.