La Deriva. Antonio Sánchez Carrasco

Algo que va a la deriva es algo que se va alejando de una trayectoria inicial o marcada. Yo no soy juez de nada ni valoro actitudes ni comportamientos de ninguna persona, a pesar de ello hay cosas de la Semana Santa actual que se me escapan. Fundamentalmente la polarización. No entiendo que las colas en un concierto sean problema de formación, ni tampoco a los que palo en ristre apuntan a la banda en vez de a Cristo. Y ustedes dirán que una cosa implica la otra y puede ser, o no, tampoco voy preguntando a cada persona en la calle porque se acerca a una cofradía o a la Semana Santa. Tampoco puedo pontificar sobre los motivos por los que un grupo de personas sacan a un Cristo de una carpa, la multitud como pensamiento único se escapa a mis entendederas. La Semana Santa es fruto de la deriva de unos tiempos en los que priman los likes y las críticas, pero son las imágenes las que nos sirven de antídoto para todo lo malo que puede traer la globalización y el enaltecimiento de la fiesta, como puede ser el Gran Poder en su paso, con ese andar directo sin cambios, sin música, y nunca le falta gente alrededor. Las derivas son derivas cuando dejamos que se deriven, no somos líderes de masas con lo que sólo podemos transmitirlo a los que tenemos cerca, y la lección es clara sólo Jesús y María, su ornamentación es importante pero no imprescindible.

Lo que no vi venir fue lo del Ayuntamiento, lo de las líneas rojas ya lo hablamos, y “pa” que seguir ahondando, lo de no invitar al Consejo en lo del plan de seguridad…, quizás estaría bien para la próxima reunión que recordaran que es el Consejo de Cofradías, quien lo elige y a quienes representan. ¡Anda que si lo hace un Consistorio de otro color...!

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.