Provincia. Santa María del Águila Coronada, Patrona de Alcalá de Guadaíra, inició sus traslados en la Novena Itinerante
Manuel Pinto Montero. Llegó agosto y Alcalá de Guadaíra vive con intensidad los cultos a su venerada Patrona, la Santísima Virgen del Águila, que visitará los Templos alcalareños durante su Novena en conmemoración del XXV Aniversario de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen.
La noche del pasado 5 de agosto se inició los traslados de la Virgen del Águila tras la solemne misa en el Santuario donde tuvo lugar la bendición del nuevo manto bordado que sus devotos le han regalado y que estrenó en una primera fase que se completará en años sucesivos. Este manto está siendo ejecutado por José Antonio Grande de León.
Majestuosa esperaba la Patrona alcalareña en el presbiterio de su Santuario sobre las andas exornadas con rosas amarillas y claveles blancos. Un minuto antes de las nueve y media de la noche la Junta de Gobierno portaba sobre sus hombros a la Virgen del Águila hasta la explanada de su Santuario donde su pueblo ya la esperaba. Dejaba atrás su blanca morada mientras las Siervas del Hogar de la Madre iniciaban el Rezo del Santo Rosario. En el cortejo estuvo presente la Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna con sede en el Convento de Santa Clara.
Poco a poco descendía del Castillo por la Cuesta de Santa María donde la despedían con flores y se rezaba por los fieles difuntos. Las campanas de la Parroquia de Santiago repicaban mientras volvía su mirada a la calle Sánchez Perrier que engalanada la esperaba. Multitud de fieles la arropaban por la calle José Lafita mientras dejaba atrás la torre de Santiago y su pueblo se arremolinaba en la Plaza del Duque.
Se adentraba en la popular calle La Mina o de Nuestra Señora del Águila que se encontraba engalanada para los cultos de la Patrona. La espadaña del Convento de Santa Clara repicaba cuando la Virgen del Águila se acercaba hasta su puerta donde fue recibida con una alfombra de flores. A las diez y cincuenta y tres minutos la Virgen del Águila atravesaba el dintel del Convento siendo recibida por un cálido aplauso y la algarabía de las Hermanas clarisas.
Mientras la Virgen del Águila miraba al Altar Mayor, la Madre abadesa dedicaba unas hermosas palabras a la Patrona alcalareña y entregaba como obsequio un bello rosario que la Virgen del Águila portará en su Novena. Tras este acto de recibimiento la Virgen del Águila quiso saludar a las Hermanas clarisas acercándose a la celosía donde fue recibida con pétalos de flores. En este lugar se le entregó el Báculo de Madre abadesa que portó durante su estancia en el Convento
Tras ello la venerada Patrona presidió el presbiterio del Convento de Santa Clara donde tuvo lugar el primer día de la Novena Itinerante.
Fotos: Manuel Pinto Montero.