Ntra. Sra. de la Aurora regresa a su capilla en una nueva ubicación y con el altar remozado
Arte Sacro. Una vez finalizadas las obras de restauración de la linterna y la cúpula de la capilla de Nuestra Señora de la Aurora, la amantísima titular de la Sagrada Resurrección ha vuelto a su capilla para recibir culto de nuevo en su espacio habitual. Aprovechando la reapertura de la capilla, se ha cambiado la ubicación de la imagen dentro de la misma, se ha remozado el aspecto artístico y estético del altar, se ha renovado la iluminación y se ha dotado de la capilla de varios enseres para dignificar este lugar del templo. A continuación se van a detallar los diferentes aspectos mencionados:
Cambio en la ubicación de la imagen
La principal novedad tras la reapertura de la capilla es la modificación de la ubicación de la Santísima Virgen respecto al lugar que habitualmente ocupaba en estos años. La imagen se sitúa ahora en la cabecera de la capilla, lugar destacado y principal de la misma, que le corresponde ocupar como titular de ésta. En este lugar recibía culto la imagen en los primeros años tras el traslado a la iglesia de Santa Marina. Con esta modificación, tanto el Santísimo Sacramento, como la imagen de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y la de Nuestra Señora de la Aurora mantienen una misma orientación presidiendo todos los espacios en los que se encuentran. Además, en esta nueva ubicación la Santísima Virgen gana visibilidad desde otros puntos de la iglesia, ya que anteriormente sólo podía verse desde la nave transversal.
Por consiguiente, el Ángel Anunciador ha modificado también su ubicación dentro de la capilla, ya que anteriormente ocupaba el lugar en el que ahora se encuentra la Virgen.
Remozamiento del altar
Como se ha indicado anteriormente, se han aprovechado las tareas de intervención y limpieza en la capilla de Nuestra Señora de la Aurora para remozar el aspecto estético y artístico de su altar. La mesa, realizada ya años atrás en carpintería de buena factura con casetones, pilastras y molduras, presentaba sin embargo un acabado que adolecía de una mayor terminación artística que hiciera destacar sus formas.
Así, se estudió un discurso polícromo de marmorizaros que, creando un conjunto armónico, embelleciesen el altar sobre el que se dispone la imagen de la Virgen de la Aurora. Y que, también, incluyesen algunos elementos alusivos a su amplia y rica iconografía.
Los colores elegidos partían del acabado ocre anaranjado de base, para tornarse en tonalidades ocre, rosáceas, rojas y verdes. Eligiendo como muestra a imitar en policromía los mármoles tipo Rojo Alicante, Rosa Portugués, Mármol Valencia, Rosa Chirivel o Verde Macael. Todos ellos tienden a ser tonalidades cálidas para, compositivamente, aportar peso visual a la mesa de altar y, con la combinación cromática, enfatizar los elementos decorativos que la conforman como las pilastras, casetones y medallones.
Paralelamente, se realizaron unos marcos con pinturas alusivas a la figura de la Santísima Virgen. La devoción e iconografía de la Aurora surge sobrero del rezo del Santo Rosario y es, cómo las letanías, una exaltación a la pureza y virginidad de María. Así, en el medallón central se dispone un luminoso rompimiento de gloria sobre nubes donde aparece un anagrama de María, tocado con corona real y con la luna a los pies, siguiendo la iconografía de la Divina Aurora. Alrededor lo circundan cabezas de querubines en actitud de admiración y veneración. A ambos lados del altar, se disponen sendos medallones, uno con una azucena blanca, símbolo de la pureza y virginidad de la Madre de Dios; y otro con una rosa blanca, aludiendo a la perfección y belleza de la Santísima Virgen.
El conjunto pretende dignificar el altar donde recibe culto la sagrada titular y embellecer la nueva disposición de la capilla, donde los fieles puedan acercarse a contemplar a la Virgen de la Aurora, la precursora del Divino Sol. El diseño y los trabajos sobre el altar han sido realizados, de manera desinteresada, por el hermano Carles Salafranca Porcar. Igualmente, el hermano ha actuado sobre las cabezas de los ángeles de la peana de la Santísima Virgen, ya que presentaban desperfectos como falta de material o pérdida de la policromía.
Iluminación y decoración de la capilla
También cabe destacar que se ha renovado la iluminación de la capilla aumentando los puntos de luces y cambiando toda la iluminación existente por otras de tipo LED. Igualmente, se ha decorado la capilla instalando dentro de la misma el cuadro de la Virgen del Valle y colocando diversos enseres como dos bancos, formándose así un nuevo espacio de oración en torno a Nuestra Señora de la Aurora.
Fotos: Hdad.