La Esperanza regresó a San Jacinto 63 años después
Arte Sacro. En la tarde de ayer tuvo lugar el traslado la Esperanza a la iglesia parroquial de San Jacinto, con motivo de los cultos del LXXV aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción de la Virgen. El cortejo que salió de su capilla a las 20,30 horas discurrió por las calles Pureza, Altozano, San Jacinto y Pagés del Corro, con el acompañamiento musical de un grupo de capilla de la banda de música de las Cigarreras el cual interpretó durante todo el recorrido un clásico y exquisito repertorio. Emotivos momentos los vividos en la presentación en la capilla de la Estrella con el canto de la salve.
Para esta ocasión, La virgen de la Esperanza lucía el nuevo manto bordado sobre terciopelo verde, ejecutado en el taller de Pepi Maya, siguiendo el diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes, hermano de la corporación trianera. También vestía la saya inspirada en la donada por el torero Juan Belmonte en 1937, realizada en oro fino en el taller de los sucesores de Esperanza Elena Caro en 2018.
Como toca de sobremanto portaba la reproducción de la histórica toca de volantes, confeccionada en 2024 por Alfonso Aguilar (Encajes de Sevilla), la Virgen lució un tocado de tul de plumeti enmarcado por encaje dorado francés, rematado con agremanes y conchas doradas a manera de volante fruncido. Asimismo, portaba un pañuelo de encaje de Bruselas de punto de aguja, regalo de la Hermandad del Baratillo.
El conjunto se completaba con el puñal de oro y pedrería obra de Fernando José Ortiz de Lanzagorta i Vivet, el salvavidas de Fernando Morillo Lasso y un ancla de pedrería verde de autor anónimo, fechada a comienzos del siglo XX. Por último, la Santísima Virgen portó sobre sus sienes la corona de Gabriel Medina, estrenada en 1937.
La Esperanza regresó a San Jacinto 63 años después
Fotos: Mariano Ruesga Osuna