Provincia. María Santísima de la Sangre visitó el Cementerio Municipal de Gerena con motivo de su Coronación Canónica

Manuel Pinto Montero. La tarde del domingo 2 de noviembre quedará guardada en la memoria de todos los devotos de la Vera Cruz de Gerena que acompañaron a la Santísima Virgen de la Sangre hasta el Cementerio Municipal de San José donde tuvo lugar la sagrada Eucaristía en memoria de los fieles difuntos, y de manera especial de los difuntos de la Hermandad.

A las tres y media de la tarde la Santísima Virgen de la Sangre abandonaba su Templo de San Benito Abad en un solemne traslado lleno de recogimiento. Las campanas sonaban a duelo mientras el sol doraba el rostro de la Virgen crucera.

María Santísima de la Sangre es una obra anónima datada en el siglo XVIII y que posee una gran belleza. Para esta ocasión la Virgen de la Sangre lució el bello terno negro en estilo rocalla con saya negra bordada y manto con vistas bordadas. Sobre sus sienes corona de metal dorado y daga atravesando su pecho.

La Hermandad recuperó el pasado septiembre las primitivas andas de gloria con las que procesionó la Virgen hasta el año 1939. Se trata de unas bellas andas con peana de madera dorada que sostiene cuatro varales de plata que sustentan el palio de terciopelo negro. En las esquinas iluminó a la Virgen crucera cuatro candelabros de madera tallada y dorada junto a dos de orfebrería que se encontraban junto a la imagen. El exorno floral estuvo compuesto por flores blancas.

Tras la Misa de difuntos se inició el regreso a su Templo recorriendo varias calles de la localidad. Para su vuelta a casa estuvo acompañada por los sones de la Banda Municipal de Gerena.

Fotos: Manuel Pinto Montero.