«Me han quitado un trozo de corazón por un tango». Maite Huguet-Francisco Marquez. La Voz de Cádiz

Aunque no estemos en Semana Santa, la noticia saltaba ayer en el ámbito cofrade. La Junta de Go-bierno de la Archicofradía de Co-lumna se reunía de urgencia en la tarde de ayer para tomar una drástica decisión: la destitución del capataz de la Virgen de las Lágrimas, Francisco Javier Bancalero. Dicho así, parece algo normal, ya que los rectores de las hermandades, y más en Cádiz, suelen sustituir a los capataces con cierta asiduidad. Sin embargo, sorprendía el hecho de que la decisión se tomase a menos de dos meses de la salida procesional de la Corporación, más aún cuando el propio Bancalero ya había sido confirmado por el propio hermano mayor, Luis Benítez Orellana, recientemente elegido.

La medida tenía su explicación en el tango interpretado por el coro en el que sale Francisco Javier Bancalero, El mejor coro del mundo, en el Falla en la noche del sábado 27 de enero. En la citada letra se hacía referencia al traslado del Resucitado desde San Antonio a la Catedral en furgoneta. En concreto, los coristas de encabezados por Pardo y Rivas, autor material de la letra, se referían a la imagen defendiendo que no es solo un trozo madera, hay fe y devoción, «que hablen sus barrios» decían, renegando de «la soberbia» de algún cura rematándolo con un «nunca más ver un Cristo tirao en una furgoneta». A este respecto hay que recordar que ha sido una de las letras más aplaudidas hasta ahora en el presente Concurso de Agrupaciones.

Poco después de las nueve de la noche, este periódico intentaba contactar con el hermano mayor de la corporación, quien, visiblemente nervioso, rehusaba manifestar su opinión sobre la posible destitución. Sin embargo, fuentes consultadas por LA VOZ, ratificaban en todos los extremos la celebración de la citada reunión, aunque en ningún caso confirmaban decisión alguna.

Un trozo de corazón

Por otra parte, el propio implicado, Francisco Javier Bancalero, aseguraba que había recibido notificación de su destitución a través del propio hermano mayor. Bancalero, apesadumbrado afirmaba que «me han quitado un trozo de mi corazón por un tango».

Asimismo aclaraba que la destitución se había producido «por cantar un tango contra el traslado del Resucitado en furgoneta», aclarando que es «una opinión en la que está de acuerdo todo Cádiz».

Igualmente, precisaba que en la decisión, según le había comunicado el propio hermano mayor, no había intervenido el director espiritual Enrique Arroyo. Bancalero llevaba 15 años como capataz de la Virgen de las Lágrimas.

Nota: Noticia aparecida en la edición del martes 6 de febrero del periódico la Voz de Cádiz