Provincia. Una mirada a la provincia: La hermandad de la Soledad de Coria del Río
Eduardo Fdez. López. Si visitan la cercana localidad de Coria del Río, no se vayan sin ver a la Soledad, si pasan por su capilla veran que la puerta casi siempre se la encontraran cerrada, pero al lado de esta hay una pequeña puerta donde vive “La Ermitaña”.
"La Ermitaña" es una persona querida por todos los corianos que siempre estará dispuesta a abrirte la puerta de su casa para entrar en la capilla a ver a su Virgen, será entonces cuando al pasar por ella noten la diferencia del calor de la ropa camilla de su casa y el olor a comida, con los fríos muros y el olor de las flores de la Soledad en el interior de la capilla.
Allí, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección desde la que fuera antigua capilla de marineros, hoy capilla de Nuestra Señora de la Soledad realiza su Estación de Penitencia la Muy Antigua, Fervorosa y Venerable hermandad Servita y Cofradía de nazarenos del Santo Entierro, Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Soledad.
Esta hermandad aunque reorganizada en 1952, su fundación se remonta a finales del siglo XVI, formada en sus orígenes por pescadores y marineros de este municipio del extremo del aljarafe sevillano.
Cuentas los ancianos que era la Soledad la imagen a la que acudían, y acuden aun en Coria del Río ante las enfermedades y las catástrofes, convirtiendo a esta imagen junto al Roció y la Estrella en las devociones más poderosas de la localidad.
La hermandad realiza su primera salida procesional en la noche del Viernes Santo, tras el Cristo Yacente, realizado en 1972 por Francisco Buiza y que tras la muerte de su autor presidio junto al Resucitado de Sevilla la muestra organizada en las dependencias de la Caja San Fernando, procesiona la Virgen de la Soledad.
Esta imagen, de autor anónimo del siglo XVI y restaurada por Castillo Lastrucci tras los desastres de las revueltas fue coronada canónicamente por el Cardenal Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo.
El paso del Cristo Yacente, de líneas renacentistas, es de madera de caoba con apliques en plata de ley destacando en su conjunto la urna sobre la que procesiona, considerada como la obra cumbre en orfebrería de esta hermandad.
El paso de palio tiene bordados en oro confeccionados en el convento de Santa Isabel y orfebrería de Villarreal, realizado en sucesivos años a partir de 1958.
Los nazarenos visten túnica, antifaz y calzado negro con capa, cíngulo y guantes blancos, figurando también en el cortejo las representaciones de la Fe y la Verónica, representadas por jóvenes hermanas de esta corporación.
El Domingo de Resurrección por la mañana vuelve a salir la Soledad junto al Cristo Resucitado, imagen de José Luis Pires Azcárraga bastante reformada por Francisco Buiza y que procesiona en paso de plata realizado en los talleres de Orfebrería Triana.
Para esta ocasión la Soledad procesiona sobre un paso de gloria que los sevillanos pudimos contemplar el paso 22 de Octubre de 2005 cedido por esta hermandad al grupo parroquial de Rochelambret para la salida extraordinaria de su titular Nuestra Señora de la Misericordia.
Tiene lugar en esta gloriosa jornada de Resurrección los “abrazos”, emocionante ceremonia de enorme raigambre popular en la que ambos pasos frente a frente, son levantados por detrás hasta que las imágenes se abrazan.
Fotos: Eduardo Fdez. López y Manuel Pinto Montero