Piadoso vía crucis en la Parroquia de San Román y Santa Catalina

Ángel León  Sobre las 21 horas del pasado viernes, con un absoluto recogimiento tuvo lugar el piadoso vía crucis, con la bella imagen del Stmo. Cristo de la Reconciliación y participando todas y cada una de las Hermandades de la feligresía de San Román y Santa Catalina (que sigue en obras). A saber: Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena, Hermandad Sacramental de los Gitanos, La Exaltación, La Sagrada Mortaja, Santa Lucía y el Carmen de Santa Catalina.  El cortejo abría con una bella Cruz Alzada, escoltada por cuatro acólitos con dalmáticas moradas portado el correspondiente cirial, tras ellos un grupo de acólitos con incensarios, unos monaguillos con  navetas y carboncillo correspondiente,

Tras ellos el párroco Antonio Hiraldo Velasco, acompañado de sacristán y Manolo Lobato, acolito lector del Templo de Jesús de la Salud y Sta. María de las Angustias Coronada y que también, como buen hermano y cristiano practicante colabora en algunos cultos de la Parroquia de San Román. Las estaciones fueron leídas por un megáfono, turnándose una hermana y un hermano de cada hermandad de forma alternativa. Cerrando el cortejo, escoltado por cuatro faroles la imagen del Cristo de la Reconciliación, una imagen que es de papel encolada, pero que desde que se restauró la Parroquia de San Román, recibió una transformación y remodelación artística, dándole una belleza pictórica a este Crucificado que, bien podría estar en la Capilla del Sagrario, en lugar de estar en la pared justo a la entrada del campanario. El Cristo, siguiendo la tradición de los vía crucis, iba llevado a hombros por un grupo de hermanos, turnándose las diferentes hermandades. El itinerario fue, salida Plaza de San Román, Sol, Butrón, Verónica, entro en el Templo de la Hermandad Sacramental de los Gitanos, donde fue recibido por un grupo de hermanos y fieles y el rector del Templo, Giovanni Lanzafame Di Bartolo, dirigió unas oraciones y se rezó otra estación, mientras que la imagen del Crucificado, fue expuesta en la escalinata del altar mayor. Tras el rezo de la correspondiente estación, volvimos a salir de este Templo, c/ Valle y a salir a Matahacas, para entrar nuevamente en San Román. Así transcurrió este piadoso acto.

Fotos: José Javier Comas González.