La conservación del Santo Sudario de Oviedo desaconseja su exhibición
EFE. En las conclusiones del congreso, el director del equipo de investigación del CES, Guillermo Heras, aseguró que la supervivencia del lienzo pide que no se exponga y solicitó que se establezca la seguridad necesaria para salvaguardarlo de posibles actos violentos.
El Santo Sudario se expone al público sólo tres días, que son el Viernes Santo, el 14 de septiembre, y el 21 de septiembre, San Mateo, mientras que el resto del año se encuentra depositado en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.
En relación a su conservación, el CES aboga por la colocación del lienzo en un vitrina hermética con cristal de seguridad y en una atmósfera controlada y la eliminación de la cortinilla de terciopelo rojo que lo cubre en la actualidad y que le aporta mucho polvo al sudario.
En las conclusiones del Congreso, Heras indicó que con los resultados del ADN que tienen del lienzo no pueden decir de 'ninguna manera' que fue usado por Jesús de Nazaret, ya que 'está muy contaminado', en cambio dijo que estas muestras sí permiten comparaciones y 'eso, hasta ahora, no lo ha tenido nadie en este tipo de trabajo'.
Sobre la prueba de carbono 14 que atribuyó al Sudario una procedencia del Medievo, el miembro del CES señaló que estos resultados 'no encajan con la historia del lienzo' y apuntó que puede que su datación no sea la correcta por la contaminación del Sudario con aceites.
Precisó que puede que en la época de los reyes visigodos el lienzo fuera contaminado de forma cuantiosa con algún tipo de aceite, con lo que la prueba dataría el momento en el que fue afectado, no en el que fue creado.
El Santo Sudario de Oviedo es un pañuelo de lino manchado de sangre y alguna quemadura de velas, de forma rectangular, con una medida de 83 por 53 centímetros, que es venerado como una de las prendas funerarias que cubrió la cabeza de Jesús en el traslado desde la cruz hasta su sepulcro.
Según la leyenda, lo encontró el apóstol San Pedro en la tumba vacía de Jesucristo y lo recogió junto con la Sábana Santa de Turín. Se puede constatar la existencia y estancia del Santo Sudario en Oviedo desde el siglo VII, y los estudiosos de esta reliquia piensan que pudo salir de Jerusalén ante el ataque de los persas y que pasó por el norte de Africa hasta Cartagena, Sevilla y Toledo, antes de llegar a Oviedo.