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Esperanza de mi vida, ¡qué cerca te siento! Isabel Serrato


 No es casualidad Madre, pero cuanto más cerca te siento, es cuando estoy en esas habitaciones del hospital esperando, Madre –qué reiteración tan hermosa de tu nombre–, que mi niño, mi hermano, siga mejorando.

Me asomo a la Sevilla que se deja ver desde esta habitación, y ni siquiera diviso tu Basílica. Pero… Madre, te siento más cerca que nunca. Creo que es el lugar de Sevilla donde el tiempo más lentamente agota su vida. En estas habitaciones la Esperanza está en cada niño y niña que miran buscando, sólo, una palabra más de cariño.

Hoy, uno de los huéspedes de esta posada de cura, uno de los más pequeños, tan cofrade como el que más, también enamorado tuyo, Madre, me ha preguntado si el color de las letras que se dibujan en las sábanas, es el verde porque verde es el color de la Esperanza Macarena. Mi respuesta, sin pensarlo un segundo, ha sido un rotundo “sí”, añadiéndole que “aquí todo es macareno”. La sonrisa que se le ha dibujado en la cara ha sido la misma que lleva la Señora en la “madrugá” eterna de la vida.

Dulce Madre, Enfermera del Amor, estos ojos son cómplices de la ilusión. Así pues, Madre mía, por verlos aquí tan ilusionados con volver a tocar el sol callejero, tan ilusionados con algo que los demás ni siquiera valoramos, por ello Madre, quiero que estés siempre aquí, que nos abraces, también, cuando apresurados cruzamos el dintel de cada hospital. Quiero sentirte en cada planta, pero quiero verte entre los pequeños, entre los únicos capaces de seguir luchando por la ilusión de cada día.

¡Quién fuera niño o niña para actuar siempre sin plantearte que repercusión tiene tu decisión!

¡Quién fuera tan iluso, tan pequeño pero tan sabio, para afrontar todo con una sonrisa!

“Seguro hermano, que te vas a despertar” porque sin verla, yo te cuento que te guía la Esperanza, que por suerte, aquí, tan cerca de Dios y para gracia del pueblo de Sevilla, bajó del cielo, se hizo Reina, Madre y para siempre, Macarena.

A Fran Serrato, porque la Sevilla cofrade cada vez te siente más cerca.

Foto: Francisco Santiago










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