La Capa de Carlos V se expone en la Catedral de Sevilla tras su restauración por el IAPH
Arte Sacro. La Capa Pluvial de Carlos V, una excepcional pieza textil que según la tradición fue la que lució el emperador en la ceremonia de su coronación en la ciudad de Aquisgrán en 1520, se exhibe desde ayer en la Catedral de Sevillas tras su restauración en los talleres del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) durante más de dos años.
La consejera de Cultura, Rosa Torres, hizo ayer entrega oficial de la Capa Pluvial al Arzobispado de Sevilla, que ha instalado en el interior del templo, junto a la Capilla de los Evangelistas y de la vidriera de la Puerta de la Epifanía o de los Palos, una vitrina diseñada por el IAPH que servirá de expositor a la pieza. En el acto intervino también el deán de la Catedral y vicario general de la Archidiócesis, Francisco Ortiz.
La vitrina, realizada en vidrio, madera de roble, acero inoxidable y policarbonato, permitirá al espectador rodear la capa y observar detalladamente las partes bordadas del tejido, de gran interés técnico y estilístico.
La capa, que se encuadra dentro de la categoría de ornamentos litúrgicos de imaginería, presenta un estilo que coincide con el de la época de transición del Gótico al Renacimiento, como se aprecia en los doseletes de la cenefa y en la representación de la Virgen y el Niño acompañados de ángeles, así como en la indumentaria que visten los santos. Las técnicas empleadas en los bordados permiten asimismo relacionar esta capa con las creaciones textiles de la escuela del norte de Europa.
Según la restauradora encargada de su recuperación, Lourdes Fernández, la pieza sufría "una degradación extrema" con diversas patologías derivadas de la naturaleza de sus materiales originales, además de padecer "deformaciones y algunas roturas" en su paño.
Aunque el origen exacto de la llamada Capa de Carlos V es desconocido, la tradición asegura que el emperador la lució durante la ceremonia de su coronación el 23 de octubre de 1520 en Aquisgrán. Es probable que el propio monarca donase posteriormente este atuendo a la Iglesia de Santiago en Sevilla con motivo de la celebración, en esta ciudad, de sus bodas reales con la Infanta Doña Isabel de Portugal. Ésta es además la fecha que aparece en la inscripción, que figura en la puerta del armario donde esta capa se ha guardado durante siglos.
Todos los datos
Pieza única
La Capa Pluvial del Emperador Carlos V es un textil histórico excepcional, único en el ámbito patrimonial andaluz por sus valores históricos y artísticos. Aunque se desconoce su origen exacto está fechada en 1508 y según la tradición, el Emperador la lució en su coronación en Aquisgrán el 23 de octubre de 1520. Las investigaciones históricas consideran probable que esta obra fuera donada por Carlos V a Orden de Santiago después de su boda real con la Infanta Doña Isabel de Portugal en el 1526.
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) acometió un complejo proceso de conservación-restauración de la pieza y el Arzobispado garantizará las condiciones de conservación y de exposición que requiere esta obra, que quedará custodiada y expuesta en la Catedral de Sevilla.
El proyecto de la vitrina diseñada por el IAPH responde a una petición del Cabildo de la Catedral Metropolitana de Sevilla a la Consejería de Cultura, que complementa las labores de investigación y restauración llevadas a cabo con anterioridad. La vitrina realizada garantizará sus condiciones de conservación y de exposición con el diseño específico de un sistema expositivo, que permitirá contemplar la Capa de Carlos V en vertical, y en visión panorámica para percibirla desde distintos puntos de vista.
El expositor
El lugar elegido por el Cabildo para ubicar el nuevo expositor de la Capa Pluvial de Carlos V está situado cerca de la Capilla de los Evangelistas de la Catedral de Sevilla y de la vidriera de la puerta de la puerta de la Epifanía o de los Palos. Esta vidriera realizada por Arnao de Vergara en 1535 presenta a San Sebastián con los rasgos del Emperador Carlos.
La vitrina realizada persigue la neutralidad formal y el uso de un lenguaje y de materiales contemporáneos (vidrio, madera de roble, acero inoxidable y policarbonato), se adapta a las dimensiones del tejido y permite al espectador rodear la Capa y contemplar detalladamente las partes bordadas del tejido, de gran interés técnico y estilístico.
Para facilitar la lectura y comprensión de la pieza, la Capa Pluvial de Carlos V se presenta en vertical sobre una percha adaptada a la forma de la obra, a las características técnicas y a las necesidades de conservación del tejido. La percha, graduable en altura, se compone de dos brazos de forma redondeada, forrados con un muletón de algodón neutro, que aportan una amplia superficie de apoyo al tejido. Esta estructura cuenta además con un forrado completo de dos tejidos –elástico y decorativo- que sirven de soporte y permiten la transpiración de la capa.
El nuevo expositor de la Capa Pluvial en la Catedral de Sevilla se concibe como un elemento autónomo, un paralelepípedo compuesto por dos partes diferenciadas: una caja translúcida y una cámara interior donde se resuelven los aspectos relacionados con iluminación (sistema de guías de luz mediante LEDS para conseguir una alta eficiencia luminosa sin radiaciones nocivas) y control de las condiciones microclimáticas (nivel de humedad relativa de aproximadamente el 50% y una fluctuación de temperatura de 20º C a 25º C en verano y 15º C a 20º C en invierno).
Una obra singular
La capa pluvial pertenece a la categoría de ornamentos litúrgicos. Se trata de una pieza textil con forma semicircular abierta por delante, que se pone sobre los hombros, y queda cerrada en la parte delantera. De autor anónimo de la escuela del norte de Europa, por su ornamentación -tipo de capillas góticas, indumentarias de los santos, etc.- y por la técnica de los bordados se puede encuadrar su bordado en la época de transición del Gótico al Renacimiento. Sin embargo, las retorchas o cenefas perimetrales y el tejido de brocatel del cuerpo base son posteriores, del período manierista o protobarroco.
La Capa presenta bordados sobre base de tafetán con hilos metálicos y sedas de colores y tejido principal de hilos metálicos dorados en sedas amarillas, que reproduce una de las variantes de los típicos tejidos de ”granadas”. El orfre o cenefa se extiende desde la parte superior hasta los extremos. De 26 cm de ancho, en él se representan unos ángeles, en la zona correspondiente al cuello, y tres capilletas de estilo gótico con santos y santas en ambos laterales. Por la espalda cuelga al filo del orfre el denominado capillo de 63 cm de altura, que está ricamente bordado y representa la Coronación de la Virgen con el Niño.
La Restauración en el IAPH
La Capa Pluvial de Carlos V, intervenida en el taller de tejidos del IAPH, fue ya restaurada hacia 1600 cuando se le añadió la llamada “retorcha de almendrillas” (banda de hilos metálicos dorados) junto a la cenefa para reforzar las guarniciones y se sustituyó el antiguo tejido base por un rico brocatel de oro y seda amarilla-anaranjada, tipo de tejido de “granadas” que presenta actualmente.
La intervención en el IAPH se ha centrado básicamente en el desmontaje de las partes constitutivas para alinear y corregir deformaciones creadas por las tensiones de los numerosos zurcidos y parches que presentaba la pieza. Se ha aplicado también un tratamiento de limpieza acuosa mediante inmersión del tejido de brocatel, mientras que en los bordados se realizó de forma puntual.
Finalmente, para el tratamiento de consolidación del orfre y tejido base se han empleado soportes naturales de algodón y lino, teñidos para su correcta integración cromática. Además, se han fijado con hilos de seda aquellas zonas sueltas de diversa naturaleza, como bordes de laguna e hilos metálicos. Para concluir el tratamiento se ha protegido el reverso de la obra con un forro de seda y se ha procedido al montaje las distintas partes constitutivas de la obra.
Foto: Detalle de la capa / Arte Sacro.