Los otros crucificados de Sevilla: El Cristo del Socorro de Santa Ana
Eduardo Fdez. López. El Cristo del Socorro de Santa Ana es una obra no documentada atribuida al taller de Andrés de Ocampo, quien lo realizaría hacia 1620.
En el verano de 2008 por las obras que se estaban realizando en la capilla bautismal de la Real Parroquia de Santa Ana lo colocaron al pie de la capilla sacramental, debido a su lamentable estado de conservación antes de volver a su ubicación habitual fue restaurado por el taller trianero de José Manuel Cosano.
La suciedad acumulada y los deterioros del paso del tiempo provocaron que incluso la talla tuviera casi desprendida la cabeza a la altura del cuello por la parte de la nuca, donde había cedido el papelón y se observaban grandes orificios.
Desde entonces, el paño de pureza, que era quizás de las piezas más castigadas y muy corto, es ahora cubierto por un Faldellín a la antigua usanza, como solíamos ver en las imágenes antiguas.
La Hermandad que le daba culto fue fundada por el gremio de Mareantes, cuando los mismos conocían una época de gran desarrollo gracias al comercio con las Indias y que tenía Reglas aprobadas en 1596, con sede canónica en la Real Parroquia.
Procesionaba el Miércoles Santo y tenía Hospital, junto al río, en lo que hoy es la calle Betis. La Hermandad pasó posteriormente al Palacio de los Duques de Monpensier cuando se creó el Seminario, en el cual se extinguió como Corporación a mediados del siglo XIX.
Tenía también como titular a la Virgen del Buen Viaje e igualmente tenía una imagen de talla completa de San Juan Evangelista que podría fecharse entre finales del siglo XVII o principios del XVIII.
En la actualidad las tres imágenes siguen recibiendo culto en la catedral trianera aunque en lugares distintos, antes formaban un calvario en la actual capilla Bautismal.
Fotos: Francisco Santiago