El cardenal ya no está en Sevilla. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.
La transición exprés ha concluido definitivamente. El vehículo de carrocería metalizada salió del Palacio Arzobispal por última vez en torno a las 15:30 de ayer. Al volante, el hermano Pablo Noguera Aledo. En el asiento del copiloto, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla. El guardia de seguridad abrió la verja con la diligencia de siempre. Al cerrarla, tal vez sin ser consciente, selló simbólicamente un largo pontificado de 27 años. El coche salió del Casco Antiguo por el itinerario acostumbrado. Tomó la autovía hacia Madrid. Al pasar la localidad de Écija se produjo el momento de mayor emoción. El cardenal dejaba atrás físicamente la provincia eclesiástica. Decía adiós a la diócesis. Sin testigos. Pero dejando huellas...
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